Un superhéroe anti caries
La nueva propuesta de Gustavo Salgado invita a los niños -y no tanto- a aprender sobre la higiene bucal, conociendo aquellos detalles necesarios para que las bacterias no encuentren alojamiento.
«Clemente, el diente desobediente» es el título de la obra infantil que narra las travesuras de un niño que optó por no hacerle caso a su mamá. Como consecuencia de ello, tendrá que aprender a corregir su mentalidad, dándole importancia a la palabra de quienes más saben.
La dramaturgia, con un lenguaje cordial y entretenido nos lleva por un camino no abordado, en general, por el mundo artístico.
¿Cómo se le enseña a un pequeño, haciendo que le importe?
Se sabe que no hacer caso o actuar de manera contraria a lo que el adulto pide, es muy frecuente. Entonces, ¿las campañas de salud y preventivas, están cumpliendo con sus propósitos?
Evidentemente, no.
Dientes de leche, dientes definitivos, cepillo de dientes, pasta de dientes, hilo dental, torno y dentista conforman el universo de esta pieza artística. En torno a éstas surgirán canciones y personajes que cumplirán con sus cometidos.
La variedad de colores y el modo en que Clemente aprehende, motivarán a los niños presentes en la sala de NoAvestruz a que aplaudan su evolución y entusiasmo.
¿No podré comer mas cosas dulces? – pregunta el niño en cierto momento de la obra.
Claro que sí, le irá respondiendo el superhéroe de esta obra. Y, llama poderosamente la atención que por fin un hombre profesional y que cura, lleve la capa.
Al ritmo del rock, esta campaña dental irá contagiando de sabiduría a los más chiquitos y recordándoles a los adultos su responsabilidad.
La bacteria estará disfrazada de bruja, para intimidar a este niño-diente y darle una lección. Claro que el dentista lo salvará, aunque no sin pasar por alto la importancia de estar sano y tener conciencia de ello.
No solo un dolor de panza hará reaccionar a Clemente, sino la oportunidad de familiarizarse con un mundo de palabras, el cual le otorgará el tesoro del aprendizaje que no abandonará jamás.
Todos los niños-espectadores estuvieron atentos durante toda la función y, al salir de ésta, adquirieron el disco para escuchar en sus hogares.
Tres actuaciones conducen la historia, una historia muy bien narrada, interpretada y colmada de ese ingrediente tan necesario para los infantes llamada: ingenuidad. No existen insultos ya que la única defensa que tiene uno frente a otro es la información. Ésta se torna fundamental e irremplazable.
Clemente, un diente que disfrutaba de comer golosinas tanto como de jugar y que conoció la forma de seguir haciéndolo pero sin dañarse.
Escrito
en abril 5, 2013