*** MAYO 2023 ***

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Festival del Amor en el CCC

festival del amor

DEL 9 AL 14 DE FEBRERO EN EL CCC

FESTIVAL DEL AMOR

Desde el martes 9 al  domingo 14 de febrero se realizará en el CCC la quinta edición de este Festival que aborda la universal temática del amor.

Seis obras de teatro y un musical formarán parte de la programación que contará con una charla de inauguración el Martes 9 a las 18.30 hs. en el CCC.

CHARLA DE INAUGURACIÓN:  MARTES 9 DE FEBRERO  18.30HS.

Única actividad con entrada libre y gratuita

CONFIRMAR ASISTENCIA A ESTE MISMO MAIL O A info@varasotero.com.ar

Un encuentro donde los autores y directores de las seis obras nos contarán cómo los inspiro el amor en la creación de cada uno de los hechos artísticos. El evento contará con la participación de artistas como: Gabriela Izcovich, Fabián Arenillas, Christian Forteza, Ana María Cores, Pablo Mascareño, Gustavo Pardi, Patricia Suarez, Marcelo Moncarz, Georgina Rey, Raúl Mereñuk. Con introducción de Pablo Silva (Productor Gral del Festival)  y cierre a cargo de Juano Villafañe (Director Artístico del Centro Cultural de la Cooperación).

Coordinación l: Tony Chavez, Eliana Sanchez, Alan Cabral.

Programación día por día

Martes 9 de febrero, 18.30 hs. (Sala Pugliese).

Inauguración del Festival

Un encuentro donde los autores y directores de las seis obras nos contarán cómo los inspiro el amor en la creación de cada uno de los hechos artísticos. El evento contará con la participación de artistas como: Gabriela Izcovich, Fabián Arenillas, Christian Forteza, Gustavo Pardi, Patricia Suarez, Marcelo Moncarz, Georgina Rey, Raúl Mereñuk, Ana María Cores, Pablo Mascareño. Con introducción de Pablo Silva (Productor Gral del Festival)  y cierre a cargo de Juano Villafañe (Director Artístico del Centro Cultural de la Cooperación).

Coordinación l: Tony Chavez, Eliana Sanchez, Alan Cabral.

Martes 9 de 20.30 hs. (Sala Pugliese)

ESTAS IGUAL

Dramaturgia: Gabriela Izcovich / con  Fabián Arenillas y Gabriela Itcovich

Dirección: Gabriela Izcovich

Síntesis Argumental: “Estas igual” es una comedia dramática que plantea una reflexión acerca del vínculo amoroso. El reencuentro casual de una ex pareja, luego de diez años de no verse, genera una serie de episodios desopilantes donde el presente, en apariencia estable y armonioso, se desestabiliza.

Miercoles 10 de febrero  20.30 hs. (Sala Pugliese)

LA MUERTE DE MARGUERITE DURAS

Dramaturgia: Eduardo “Tato” Pavlovsky  / con Gabriel Kogan

Dirección: Christian Forteza

Síntesis Argumental: En este monólogo de Eduardo «Tato» Pavlovsky, un hombre recuerda y revive en forma fragmentada, momentos de su vida. Sus amores, sus pasiones, sus miedos. Una obra que sin dejar de lado el humor, tiene un intenso contenido existencialista.

Jueves 11 febrero, 20.30 hs. (Sala Pugliese)

MI QUERIDA

De Griselda Gambaro. Con Georgina Rey

Dirección Marcelo Moncarz

Síntesis Argumental: La gran escritora argentina, de reconocimiento mundial se inspiró en el cuento «Almita» de Antón Chéjov para escribir esta obra.

Por eso Mi querida transcurre en un pueblo ruso de 1900. En su casa Olga, rememora y relata directamente al público su historia, como a sus vecinos, lo acontecido hasta el presente, que la encuentra llena de felicidad para el cual debió atravesar un largo camino de dolor y tristeza.

Viernes 12 de febrero 20.30 hs. (Sala Tuñon)

ANA MARÍA CORES EN CONCIERTO

Ana María Cores, referente del teatro musical argentino, aborda la intensidad del amor desde el tango, el bolero y la canción española en un homenaje a los grandes poetas. Catulo Castillo, Eladia Blazquez, Mario Clavell, Sebastián Piana, Homero Manzi, Anibal Troilo, Armando Manzanero, y Manuel Alejandro, entre otros, desfilan con clásicos insoslayables para hablar de lo más profundo del sentimiento amoroso. Un recital que no elude el humor y el homenaje a figuras como Miguel de Molina y Tita Merello.

Sábado 13 de febrero 20.30 hs (sala TUÑON)

FOSCA

Dramaturgia: Raúl Mereñuk, basado en la novela de Ugo Tarchetti. Con Myriam Azerrad, María Rastelli, Pablo Samaja, Mario Werfel/

Dirección Raúl Mereñuk,

Síntesis Argumental: Versión de Raúl Mereñuk de la famosa novela del italiano Ugo Tarchetti que aborda el tema de la fealdad femenina. Fosca nos muestra el mundo de una mujer fea que desea ser amada frente a los atributos de belleza que poseen otras mujeres. Fealdad, Belleza, Amor y Pasión en el universo del imaginario femenino. Llevada al cine por Ettore Scola (Pasión de amor).

Domingo 14 de febrero, 20.30 hs. (Sala Pugliese)

LA DIFICULTAD

De Patricia Suarez con Guillermo Tassara, Josefina Vitón y Hernán Vázquez dirección Gustavo Pardi.

Síntesis Argumental: Corren los años 50 en el infinito horizonte campestre. Tres hermanos en torno a la madre enferma y al padre anciano, recorren el pasado en el marco de un presente habitado por el humor negro y la intimidad misteriosa de las emociones. Un momento clave de esta familia; una traba oscura en el modo de hablarse: tartamudez y ataques de risa descontrolados. Un búsqueda, experimental y creativa, sobre las dificultades propias de estos seres.

 

En el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Av. Corrientes 1543. Tels. / Informes 5077-8000, 5077-8080

Entrada $120 .- (Venta por anticipado en Alternativa Teatral)

 

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Es posible convertir una ilusión en dramaturgia

Lo que no fue

¿Cómo describir una obra de teatro cuando es más lo que se ve y siente de lo que se podría describir con simples palabras?

Si existiera un infinito la presente crítica tendría sentido de ser y, quizás, exista. En algún lado, en otra dimensión aún no descubierta por el hombre o en el interior de cada soñador que anhele convertir un instante en ficción pura.

Lo que no fue surge como resultado de un seminario dirigido por la artista, en mayúsculas, Gabriela Izcovich -quien el año pasado sorprendió gratamente con una puesta en escena creada colectivamente-.

Ocurre que quienes a menudo asistimos al teatro, no encontramos en cada obra un mundo nuevo o algo que llevarnos en el corazón. Y si bien la presente historia fue concebida de forma grupal, Gabriela tiene un don inigualable para poner en escena a personas sin experiencia integrándolas con quienes tienen quizás más trayectoria. Así son sus seminarios: espacios de exploración, de conexión personal e íntima. Y me atrevo a hacer este tipo de afirmaciones sin jamás haber asistido a sus clases porque se percibe desde la butaca. Se notan esas caritas ilusionadas con pisar un escenario tal vez por primera vez, tal vez no. Esos rostros que se unen para innovar, para dar a conocer una partecita de sí mismos y compartirlo.

¿Qué podría ser más valioso que el trabajar en equipo?

Existen obras de teatro que pueden analizarse, explicarse, justificarse y compararse con otras. En esta oportunidad si lo hiciera, perdería completamente la magia que la caracteriza y el factor sorpresa que no es una nimiedad.

La fusión de material fílmico, del recurso de radioteatro y de las actuaciones en vivo fue una manera cautivante de decir cuál es el camino que siempre se debe tomar.

Desde noviembre del pasado año estuve esperando con ansias la llegada del 9° Festival Cervantino para saber qué harían. Porque los espectáculos conocidos y famosos dan alegría y placer, pero estas experiencias comunitarias imparten una emoción, tanto para los integrantes como para los que somos espectadores, que se traduce en lágrimas, en risas y en tantas sensaciones…

Al finalizar Lo que no fue, quedé enmudecida y perpleja. Mi corazón latía de felicidad pero una felicidad inagotable. Sentí cómo la perplejidad de varias historias podían ser una emoción restringida.

Llorando mientras escribo estas líneas considero que este festival debe y tiene que seguir existiendo por siempre, que no puede haber políticas en contra de estas acciones culturales y que cada quien tendrá que dar lo suyo para que este engranaje pueda seguir rodando como una bola de fuego que quema por su pasión.

La cultura de una ciudad es parte de su identidad y Azul tiene mucho de eso. Una ciudad pequeña (y lo digo desde el lado positivo) en que todos se conocen, se saludan y que quien no es de aquí no es observado como extraño.

Mientras los actores y su profesora-directora, eligen en qué año centrar la dramaturgia, si un siglo es mejor que otro, sin mencionar a un intendente de antaño o dispersarse por otros asuntos… la obra sigue. Como un tren con miles de vagones y dentro de cada uno una ventana a un mundo diferente (que se retroalimenta con los demás). Una maravilla que no debe ser esperada como tradición sino como un recorrido hacia distintos universos.

¿Qué ocurre cuando los actores interpretan desde la naturalidad, desde sus propias vivencias, desde un principio para un fin, desde cada punto que les interese inspeccionar y trabajar?

Una pieza artística de esta categoría es el resultado, una historia pequeña que sirve de disparador para otras tantas que se conjugan en tiempos y espacios iguales, sin necesidad de aprender libretos dificilísimos para demostrar de qué se trata, sino de buscar en lo que cada uno es mejor y brindarlo.

Como esos frasquitos de vidrio que incluyen paisajes norteños con tizas de colores: a eso me hizo acordar Lo que no fue. A una foto panorámica que no deja a nadie afuera, que incluye a todo aquel que desee sumarse y dar lo mejor de sí.

Autores y Actores: Natalia Schonaker, Agustina Guzman, Pablo Vilela, Ismael José Andrada, Mayra Grezch, Virginia Couat, Josefina Andres, Martín Canalicchio, Mingo Sarno, Marcos Galipo, Mirta Acosta, Beatriz Cerritelli, Claudia Rodriguez, Adriana Hernández, Hilda Esther Jaureguiberri, Mora García de la Vega, Vanina Félix,Majo Ferreyra,Mirta Alonso, Pedro Bigalli. Dirección: Gabriela Izcovich. Teatro Español.

Mariela Verónica Gagliardi

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Presentación de “Como tu vida, como la mía”

Previa a la noche que tanto esperaban los actores que participan del seminario brindado por Gabriela Izcovich, durante una tarde preciosa se presentó en el Salón Cultural (sito al lado del Teatro Español) el libro que recopila historias escritas por los propios artistas.

De esta manera, Como tu vida como la mía, pretende ser la unión de narraciones verídicas o ficticias que cada actor volcó en palabras para transformar una realidad en arte. Así, los alumnos principiantes tuvieron la posibilidad de interpretar, en vivo, lo escrito mientras los avanzados prefirieron guardar el secreto para la función de la noche.

Las propuestas brindadas por Gabriela durante sus clases fueron transmitidas al público como consignas y, notablemente, se pudo percibir cómo cada alumno ideó un personaje e historia distinta.

Entre poemas, relatos breves, otros más profundos y conmovedores, pude observar a una actriz que construía su personaje desde lo corporal hasta la palabra de una manera excelente. Sin desmerecer al resto de los participantes, ella consiguió transmitir no solamente una historia en la que fue posible conectarse con su mirada entristecida, su dolor de música y la enfermedad que no menguaba:

(…) “Te preguntarás por qué te escribo. Volver no fue fácil. Mi enfermedad ha avanzado y ya no quiero seguir con los tratamientos. Sólo tengo un gran deseo: poder volver a tocar con vos. Si mis manos me lo permiten, aunque sea por última vez, desearía interpretar juntas esa música del alma que dio luz y sentido a mi vida. Tu eterna alumna. Verona”.

Carolina Fittipaldi es la autora de esta carta que conmueve de principio a fin, que hace sentir cómo un corazón se desgarra a cada momento y la tristeza que puede sentir una pianista al no contar con su propio instrumento para ejecutar el otro.

Testimonios sobre violencia de género, violación, traumas de la niñez, deseos de superación personal y recuerdos que hilan aquellos recuerdos con el presente para que todo actor observe quién es y hacia dónde va.

Mariela Verónica Gagliardi

No consigo olvidarte

Estas igual6

Generalmente, cuando pasa mucho tiempo en que no vemos a alguien, sentimos la imperiosa necesidad de decir algún cumplido o comentario al respecto. No haber cambiado, en ningún aspecto, a lo largo de diez años mínimamente resuena en el aire.

“Estás igual” (escrita, protagonizada y dirigida por Gabriela Izcovich) demuestra esta hipótesis al igual que el deseo que tenemos todos por anhelar cambios en los demás. Junto a Fabián Arenillas, llevan adelante esta comedia dramática que tiene lugar en No Avestruz.

Estás igual, en esta dramaturgia, es como decir: los años, lamentablemente, no te hicieron cambiar. Pretendiendo, buscando, indagando sobre las conductas humanas; es como la pieza teatral, a modo de pequeñas escenas, argumenta sobre éstas al igual que sobre la violencia psicológica.

No solamente podemos observar a una pareja con problemas comunes de convivencia, del paso del tiempo, de acostumbramiento y del recuerdo de viejos amores; sino que estos dos grandes actores interpretarán -a lo largo de la historia- a otras parejas, a otras personas y establecerán diferentes vínculos que permitirán completar una serie de ejemplificaciones sobre un tema central que es el amor.

El amor como fuente de energía, como padecimiento, como única opción a estar con alguien, como transición a un lugar desconocido, como encuentro con un ser especial que reconforta, como excusa para recordar el pasado, como sanación a viejas heridas.

Estás igual, demuestra y confirma el talento de Gabriela, su modo de narrar lo cotidiano de una manera tan natural que se convierte en el famoso cuentito que tiene o debería tener toda expresión artística en un escenario.

Mientras tanto, Fabián se convierte en marido, ex, psicólogo, médico y persona que intenta hallarse a sí mismo. Todas sus interpretaciones lo erigirán como ser con debilidades, y por eso será útil mostrarlo con cierta autoridad, aquella que lo escudará como para que pueda manipular a sus diferentes mujeres.

Distintos hombres que encajan o no con otros estereotipos de mujeres. Variedades para definir estilos de vida y, en la mayoría de los casos, el deseo dormido o mutilado.

Una terapia que saca a la luz lo que no pudo ser, la inoperancia de un médico para tomar determinadas decisiones, el pasado que vuelve y perturba el presente desestabilizando lo que se suponía estable -y no por ello feliz- son algunas de las problemáticas que se desarrollan. La coincidencia que hay entre todas es la parte sensible del ser humano. Inclusive hasta el más fuerte, tiene su costado melancólico, motivo por el cual es posible emocionarse durante la risa y el trauma.

La acidez de una naranja es esbozada como anzuelo para recuperar aquello que se desea idílicamente. Esa acidez que no permite un amor dulce, suave y comprometido.

Junto a la práctica escenografía que se utiliza de una y otra forma, es posible que los propios actores construyan sus lugares, guardando hasta el mínimo detalle que retrata una u otra situación.

La calidez de sus miradas, retratan vidas de unos y de otros, de vos, de mí, de todos; uniendo sinsabores con música de un charango y de una guitarra -trayendo lo autóctono como cable a tierra a estas personas que se asemejan en procederes- evitando el dolor con atragantamientos y alegrías con esperanzas.

Estás igual ficha

Mariela Verónica Gagliardi

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La evocación permanente

Alma

Continuada a “La mujer puerca”, esperamos un ratito e ingresamos, nuevamente, a la sala de La Criba -una sala de casa antigua, con techos altos y puertas delgadas de madera-, para presenciar “Alma teatral” (escrita y protagonizada por Gabriela Izcovich).

Lía es la intérprete de este gran drama en que es posible replantearse la vida.

Dentro de una casa, decorada hasta con el más mínimo detalle, ella sonríe, se entristece y llora.

Sus relatos datan de veintiséis años atrás y, cada uno de sus recuerdos, la hacen transitar por diferentes aromas y texturas de una época inolvidable como mujer y persona. Nada menos que a su gran amor conoció. Su médico, Oscar Alma, el cual tiene un apellido que, a ella, le llamó siempre la atención. Este hombre le aconsejó que para curarse debería visitar el balneario Sofía, un lugar con tan solo quince habitantes. Lo curioso es que Sofía -la dueña del sitio-, le dijo en cierta ocasión que: “es muy buen augurio que un hombre tenga de apellido Alma”.

Mientras Lía narra su pasado, convirtiendo cada relato en un paisaje diferente; cocina una tarta de manzanas. Ella dice que le encanta cocinar y, al verla, uno puede darse cuenta de es su manera de canalizar sus angustias y penas. De mantenerse a salvo entre tanta melancolía y dolor, por lo mucho que extraña al padre de sus hijos.

La pobre mujer está practicamente sola y no parece interesarle hacer amistades o crear lazos nuevos, para no sufrir más. “Una relación, por una cosa u otra, trae dolor”.

Después de conocer su pasado y presente, Lía nos cuenta sobre su vinculación con el teatro. Afirma que no soportó ciertas cosas del ambiente, como la opinión de los críticos que son capaces de hundir a una obra cuando recién está asomándose a la superficie.
Este paralelismo entre ficción y realidad, también pudimos notarlo como un rasgo interesante en la obra Un tren llamado deseo que presentó junto a sus alumnos. Gabriela Izcovich es actriz y Lía lo fue. Quizás, Lía es parte de Gabriela, ese lado temeroso que flagela ante un intento. Pero, Gabriela supera las debilidades de la otra.

“Al abandonar el teatro, abandonó gran parte de su vida” – solía referirse Alma a su amada.

Armonía, respeto y silencio; son las tres palabras que más se repite para sí misma. Nos las repite a nosotros. Intenta convencernos sobre el significa que tienen. Ella parece mantener la calma y es que, otra alternativa no le queda. A su vez, dice que sus hijos la aceptan como es y ella a éstos. Y el silencio no parece aún llevarlo a la práctica. Tiene la necesidad, imperiosa, de hablar, de sentirse acompañada. Es un silencio obligado, en cierta forma, el que practica a diario.

El público es su lazo más estrecho, durante una hora, hasta que se disuelve; trayéndola al presente real en que está con ella misma.

Luego de revivir lo que sintió en su momento de enfermedad, en el instante en que se enamoró y cuando más sufrió; llega a la conclusión de que no precisa volver a las tablas y actuar de otra, ni disfrazarse. La verdadera obra de su vida es “la evocación permanente”. El poder traer al presente un recuerdo, un aroma, una sensación… y compartirla con extraños que son incapaces de meterle el dedo en la llaga, que son incapaces de juzgarla o de condenarla.

Lía es así, una mujer noble, apasionada por el arte culinario y la suma delicadeza que tiene hasta al pelar una manzana. Todo su dolor se convierte en una comida sabrosa que comparte, en esta oportunidad con los espectadores que, gustosos, deleitan y continúan oyendo cada palabra.

Como si fuera poco, canta sobre unas melodías que, según ella, merecían tener letras.

Mariela Verónica Gagliardi

 

 

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Los deseos, a veces, se cumplen

Un tren llamado deseo16

Todos recordarán el clásico de Tennessee Williams titulado «Un tranvía llamado deseo», en que Blanche Du Bois interpreta a una mujer de la alta sociedad. Sin embargo, esta obra dirigida por Gabriela Izcovich, solamente toma a la protagonista para comenzar a narrar una historia sumamente diferente a la original.

No suele ocurrir que la escenografía de una obra sea perfecta e ideal, sin tener que recurrir al armado de la misma. Una estación de tren, que aún funciona como tal, con un servicio por día y varias formaciones cargueras; hacen activar sus vapores con el sonido tradicional que da llegada o partida de un ferrocarril.

Blanche, simplemente, empieza a actuar con su personaje original. Sin embargo, a medida que pasan los minutos, los pasajeros comienzan a llegar al andén del que llegaría en algún momento la formación.

Estos actores, realizaron la obra a partir de una improvisación llevada a cabo durante el seminario tomado con Izcovich. Justamente, se huele ese aroma a historia construida según lineamientos establecidos por el grupo y el típico aire relajado de improvisación.

Fue increíble ver cómo la estación de Azul se iba llenando de espectadores, teniendo que agregarse sillas por doquier e inclusive ciertas personas más audaces se sentaron en los andenes de enfrente para ver la dramaturgia cual escenario.

La historia no es una historia con principio y fin. Es una sucesión de historias que se van entrelazando, inteligentemente, entre sí; convirtiendo «Un tren llamado deseo» en una de las obras más aplaudidas en lo que va del Festival Cervantino de Azul.

Se pudo ver cómo una señora que había sido abandonada por su marido, lo esperaba. También, el reencuentro entre un padre y su hija; una historia de amor que parecía no tener un desenlace feliz; una mujer ebria que dice verdades a todos; una gitana que adivina la suerte de los que se atreven a preguntarle; entre algunas de las acontecidas.

Ni siquiera la música le falta a esta gran historia, la cual toma al tango como género preferido y le permite a uno de los actores lucirse con la guitarra.

No solo los diálogos son interesantes, sino que provocan la risa constante del público hasta terminar en carcajadas. También, cabe resaltar el modo en que se construyen conversaciones hilando letras de tangos para decir lo justo y preciso.

Como si fuera poco, una espectacular luna llena está allí arriba, generando un clima más romántico aún.

Cada intérprete tiene su momento para lucirse y es genial que un grupo tan heterogéneo en cuanto a edades, pueda conseguir armar un producto artístico de este nivel, siendo que la directora no estuvo durante unos meses en Azul como para guiarlos en persona. De esta manera, se demuestra cómo cuando hay ganas, talento y vocación; es posible lograr hasta la concreción de un sueño.

El tren nunca llega pero le trae suerte a la pareja de enamorados que nunca se imaginó poder terminar así. Todo dependía de ellos, sin embargo, no siempre ocurre lo que es obvio que ocurra.

Quizás hubiera sido más sencillo que hagan una versión basada fielmente en la pieza artística de Williams, sin embargo, estos artistas tomaron su seminario y crearon su propia dramaturgia, la cual merece ser vista por los amantes del teatro, a la vez que por toda la familia.

Se me viene a la cabeza Woody Allen, en cuanto al modo de narrar una historia. En cuanto a la manera en que se van entrelazando los personajes -que en un comienzo están totalmente desvinculados y, luego, tienen un trasfondo en común o inclusive se conocen del pasado-. La originalidad, despierta al público y los aplausos se convierten en canción.

La melancolía está flotando, constantemente, para que alguien o varios se la apropien. Ese dejo de tristeza los acompaña a todos como base, pero, de alguna manera una espectadora que termina siendo actriz, convierte el desenlace en algo totalmente inesperado.

¿Una realidad ficticia montada como obra para luego ser boicoteada?

Si bien sabemos que estamos en presencia de una ficción, las historias, supuestamente, eran reales. Aunque, todo se disuelve para demostrar cómo ser buen actor es manipular verdades o mentiras y cuando el público las compra, tergiversarlas para su propio antojo.

Un tren llamado deseo ficha

Mariela Verónica Gagliardi

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