Entrevista a Déborah Fideleff
Déborah Fideleff es actriz, dramaturga, guionista y directora…
Sos una artista increíblemente completa. ¿Como fue producir en plena cuarentena el corto Festín?
Fue una experiencia enriquecedora para mí, en el sentido de dirigir a distancia (de qué forma, de qué manera), son cosas que me fui replanteando pero asumí el riesgo y lo hice.
Te cuento un poco cómo surgió la idea. Esto fue con un grupo de realizadores audiovisuales (armamos un grupo de chat)… Un poco era: seguir haciendo a pesar de la cuarentena, ¿no? Un poco: no oxidarnos. Y así fueron surgiendo varias ideas y se fueron haciendo otros cortos, los cuales han dirigido otros artistas. Y bueno, en esta oportunidad me tocó a mí y la verdad es que estoy sumamente contenta; porque bueno, uno tiene la fe de que va a salir pero bueno, los demás tienen que poder entenderte y confiar en lo que uno plantea. Yo digo que lo hice con un gran grupo de realizadores audiovisuales, de todas las ramas, porque así son. Y de soñadores porque de eso se trata: de poder soñar y de animarse a hacer, ¿no? Total… el arte para mí tiene eso: es subjetivo. A alguno le puede gustar más, a otros menos. Nosotros estamos felices de poder seguir haciendo a pesar de. De eso para mí se trata, y de que el que dirija (en este caso me tocó a mí), pueda mostrar su idea, qué le pasó haciéndolo y yo lo disfruté un montón -desde elegir cómo quería que fueran los planos hasta la dirección de actores, que me interesa mucho-. Así que estoy muy contenta.
¿Sentís que el encierro te potenció una parte creativa que hasta el momento no habías explotado?
Yo soy una persona que, particularmente, no puedo dejar de hacer cosas. Y con mi esposo, Gabriel Rovito, teníamos el año planeado: obras en gira, re-estreno de otra obra, tengo otra obra que escribí y tenía ganas de que Gabriel la montara a fin de año, y, la verdad que con todo esto se nos revolucionó todo. De hecho ya tenía un montón de funciones programadas. Este año, como nunca lo hice antes (si bien siempre programo), ya en febrero tenía un montón de funciones programadas para todo el año… y bueno. Y, al pasar eso era como: ¿y qué hago ahora? Y bueno, sí, puede ser que uno empieza a indagar, a animarse a hacer otras cosas. Es factible que sí, que uno también se descubra en otras facetas. O que tenía uno una intuición, pero bueno… de golpe te lanzás y lo hacés. Animarse a hacer. Y más cuando está la muerte cerca.
¿Qué sensaciones te recorren el cuerpo?
Volviendo, un poco, al tema de la cuarentena, creo que a lo largo de esta cuarentena me ha sucedido de todo. Pasé por distintos estados: desde el aburrimiento total, desde mirar el techo y no saber qué hacer, desde ponerme a pintar la reja eterna del balcón hasta ponerme a cocinar las cosas más extrañas o que nunca jamás había intentado. O escribir, o continuar otras que yo ya las tenía como frizadas y continuar un poco en eso. Y bueno, también en un estado quejoso mío de decir: Ay voy de la cama al living, del living al balcón y del balcón a la cama. Y bueno, en medio de todo eso de la cuarentena me picó un mosquito y me agarré dengue. Y bueno, antes me quejaba de que me levantaba de la cama al living y del living al balcón, y estuve diez días en cama. O sea que no me podía mover, salvo para ir al hospital (que tenía que ir cada dos días a sacarme sangre). Después de eso me dieron el alta, estoy absolutamente recuperada, pero me cambió un poco la visión y el sentido de salir un poco de la queja y empezar a hacer cosas que me gustan y disfrutarlas, realmente, ¿no? No como: estoy aburrida! Y uno se lo mete en la cabeza. Y sí, el aburrimiento es parte de la vida pero, también, pero incluso puede ser un hecho creativo. Yo recuerdo de chica que si me aburría, en medio del aburrimiento dibujaba y creaba y escribía. Me parece que también surgen un montón de cosas.
La sensación que más recorrió mi cuerpo fue salir de la queja porque también uno puede estar peor. Y bueno, como bien decía, aprovechar el momento creativo y sino aburrirse y punto y esperar que todo esto pase pronto para poder volver, ¿no? Nosotros, los artistas, estamos en este momento bastante relegados y fuimos los primeros en cortar con la actividad y seguramente seamos los últimos en volver. Entonces, es un momento para cuidarnos porque no nos queda otra.
¿Cuál es el eje de Festín?
Festín en casa es la historia del Señor X. Es un hombre adulto, perturbado, con muchas oscuridades (que se hace cargo de todo eso), tiene culpa pero, también, se permite disfrutarlo y cuando escribí, el eje fue ese personaje. Y, pensaba, cuántos individuos conviven dentro de una misma persona. Porque hay una idea errática de que uno es de una determinada forma y punto. Y yo creo que uno es de muchas maneras. Y, bueno, en este caso vendría a ser un cortometraje que va hacia el suspenso, ¿no? Incluso, no decir terror, pero podría llegar a ser. Y bueno, creo que la mejor síntesis es verlo (risas). Me es difícil decir lo que escribo en pocas palabras, pero creo que tienen que verlo. Van a poder verlo en el Canal de YouTube de El Apocalipsis Films.
¿Qué proyectos post cuarentena estás delineando?
Proyectos tenemos un montón. Todavía tenemos algunos que nos quedaron ahí, en el canal de parto. Uno es “Lazos eternos, historia de tres amores” (es la obra que escribimos con Gabriel Rovito y que la tenemos en gira, permanentemente), también otra obra que había hecho Gabriel, que la estábamos ensayando (teníamos muchas funciones programadas) y quedó en stand by porque estábamos en proceso de ensayo. Y después sí, teníamos pensado para mitad de año, empezar a trabajar sobre otra obra que había escrito yo, y que no sé qué va a pasar; porque todo se va aplazando para adelante y no sé… así que vamos a ver.
Por suerte este año también se dio, en medio de todo esto, que se pudo estrenar Dédalo (que es una miniserie en la que actúa Gabriel Rovito, que es protagonista) y también tengo la suerte de trabajar yo, junto a un gran elenco (que está Malena Figó, Oscar Ferrigno, Hugo Arana, Nora Cárpena, Raúl Brambilla, Azul Fernández, Laura López Moyano, Germán Baudiño, Daniel Quaranta; bueno, un gran elenco y, por suerte, se pudo dar por Canal 9. Es una serie que ya teníamos muchas ganas de que salga al aire. Ya terminó de darse al aire pero está en CineAr la serie completa y seguramente estará hasta fin de año.
También, dirigí yo un cortometraje, en el que actúa Gabriel Rovito: Extraño suceso de un verano interminable, que filmamos, justamente, antes de fin de año y que hicimos todo el proceso ya de posproducción y la idea también era ponerla en festivales, pero con todo esto hay festivales que se han caído.
Un corto de suspenso creado antes de la cuarentena. ¿Cómo fue producir el material en libertad y cuál fue el disparador para llevar adelante la idea?
La diferencia, para mí, es notable. Filmar con la normalidad de la no cuarentena, estar presente (en vivo y en directo) y ver con tus propios ojos y sentir lo que está sucediendo; no es lo mismo que a distancia.
Si bien, a distancia, di directivas; después están las interpretaciones de cada cual. Igual, después me llega el material y de última puedo decir: mirá, repitamoslo, o va por acá, un poco más. Con algunos lo hacían en el momento y lo envían, con otros que vivían más lejos, el material llegaba más tarde porque también el envío del material es como lo más complejo, ¿no? No es lo mismo, para nada. Al estar presente hay cosas que se te ocurren en el momento, por la sensación que tenés. Igual, me pasa a mí, que tengo la sensación de: hay cambiar esto o agregar tal cosa” y lo hago. Eso sí.
Pero estar presente… no hay como eso. Porque, además, hay un montón de cosas estéticas -que al no tener un equipo grande se van limitando-. Y, las escenas de las otras personas no pueden estar en el mismo lugar o que convivan… es como que se va achicando el rango para hacer.
Extraño suceso de un verano interminable nace de imágenes que me aparecen en la cabeza y que necesito expresarlas de alguna manera. Y eso hace que me ponga a escribir y ordene esas imágenes que intento que aparezcan reflejadas en la cámara.
En verano, escribiendo, a raíz de imágenes que venían y de recuerdos y de cosas. Porque creo que siempre todo tiene que ver con uno, con momentos de la vida o inquietudes o miedos.
Y este es un género de suspenso, ciencia ficción, cine negro (que podría ser de una época o no). Lo quise poner atemporal, que tenga algo como de época, y la verdad que estoy muy contenta, es algo que hicimos con mucho mucho cariño, con un gran equipo de gente con mucha buena onda y talentosa (como Gabriel Rovito, quien tuve siempre en la cabeza para este corto. No podría haber sido otro). Después, Mariano Frumento (quien hace la música original), siempre acompañando los proyectos. Mariano es un artista impresionante, talentoso músico. Emanuel Echevarría (quien hace la cámara), un genio total. Ángeles Esles (quien me asistió en el arte), también una persona adorable y que le puso también el cuerpo. Mariano Biondi, quien hizo la asistencia de dirección), que me ayudó en un montón de cosas, con la claqueta. Hicimos un gran equipo, súper reducido, pero con mucho amor y con muchas ganas de que se vea este corto que quiero tanto.
Extraño suceso de un verano interminable lo vamos a liberar por este fin de semana. Va a estar liberado el viernes a las 21 hs hasta el domingo a las 21 hs, y luego vamos a pasar el link para que puedan verlo.
Escrito
en junio 17, 2020