*** SEPTIEMBRE 2025 ***

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Cisne o humana: por siempre amará

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ficha-el-lago-de-los-cisnes-inakiPensé una y otra vez cómo comenzar esta nota porque no es la primera vez que acudo a una función de El lago de los cisnes dirigida por Iñaki Urlezaga. No quise releer la nota anterior para no caer en comparaciones ni en hacer algo “mejor” a lo que pude haber hecho. Entonces decidí mencionar y hablar de sensaciones…

Porque ver una puesta de esta magnitud, con artistas tan brillantes y esta pieza musical sonando a lo largo de casi tres horas; producen tantas cosas que vale la pena enumerar como para que nadie se pierda la oportunidad de asistir a al menos una función en el futuro.

Desde lo más profundo de mi alma, adoro a los artistas de la estirpe de Iñaki. Lo adoro a él como ser humano por hacer todo lo que hace, por incluir en su ballet a jóvenes talentosos, por brindarles el honor de estar junto a él, de crecer junto a él. Aplaudo su sensibilidad, su humildad y grandeza, sus pasos definidos que marcan un antes y un después.

A lo largo del ballet se pudo observar a un grupo de bailarines que dieron todo de sí en el
escenario, que se convirtieron en cisnes blancos y negros, que danzaron unas eximias coreografías, que lucieron vestuarios súper distinguidos y que junto a la Orquesta Académica de Buenos Aires (la cual está dirigida por Carlos Calleja y Luis Belforte), hicieron de las partituras un vuelo deleitoso.

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Notas que se transformaron en escenas, en dramas, en romances y en todo lo que hiciera falta para que los espectadores viajemos a una historia tan impregnada en los corazones de quienes sonreímos y nos emocionamos hasta las lágrimas con la música clásica. Porque es uno de los pocos géneros que no precisan del canto para enaltecerlo.

Haciendo un poco de historia, el argumento del Lago de los cisnes estaría basado en un cuento alemán, titulado El velo robado (Der geraubte schleier) y el libreto fue escrito por Vladimir Petróvich Béguichev y Vasily Geltser.

Respecto de las partituras, fueron escritas por Piotr Tchaicovsky en el año 1875, para recién estrenarse en 1877 en el Teatro Bolshói de Moscú (Rusia). Según algunas referencias, la puesta en escena no fue muy notoria, motivo por el cual no tuvo buena crítica en sus comienzos. Tuvieron que pasar diez años desde su creación para que las coreógrafas Marius Petipa y Lev Ivanov hicieran varias reformas y así tuviera esta pieza de Tchacovsky el éxito rotundo que se merecía.

Siempre se dijo que los cuentos rusos conformaban la mejor literatura y pareciera ser que con este ballet puede estarse seguro de esto.

Desde el comienzo del drama se puede ver a una Odette (Gabriela Alberti) brillante, sensible, delicada, femenina, guerrera, apasionada y con cada vez mejor técnica si es que algo se puede remarcar de su excelencia tan pero tan notoria. Pero ella no es solo técnica, puntas y pasos de ballet sino una composición completa, una búsqueda hacia la esencia precisa de sus personajes que representa (en este caso tres). Con su gracia y la del gran Sigfrido (Iñaki) es que este cuento de hadas abre sus aguas para el juego escénico, permitiendo que disfrutemos y creamos en la magia al menos durante unas horas. Porque si de amor se trata, aquí puede vislumbrarse. Si de salvar a una bella joven es que también se tendrá esperanzas y todo lo malo pasará. Como esos cisnes negros que provocan angustia y dolor pero que, sin embargo, sabemos que se irán extinguiendo como la maldad que se reproduce hasta esfumarse por completo.

Cabe resaltar y no por adular al Ministerio de Desarrollo Social, pero ciertamente sin su apoyo no podría llevarse adelante este programa de funciones gratuitas que existen hace muchos años y que le dan la posibilidad a todos por igual a acceder a un producto artístico de excelencia y sin tener que abonar la entrada. Esto se agradece porque la ante última función estuvo repleta y con un aire renovador. Hay quienes se molestaban por los aplausos constantes y vivas voces de aliento. Y es que por instantes parecíamos estar en un estadio de fútbol y eso, permítanme decirles que es sensacional. La pasión en un ambiente tan elitista como el de la música clásica, sorprende, abruma y nos deja atónitos. Entonces, no es cierto que el ballet es para unos pocos: se pretende hacer creer una idea ilusa. El ballet es para todo aquel que tenga la oportunidad de ingresar y de vivenciar algo completamente distinto, que emociona de principio a fin, que pone la piel de gallina y que por más giros que den esos cisnes increíbles, jamás cansarán. Serán idénticos pero para nuestros ojos serán increíbles, no agotarán la mirada y darán ganas de recorrer los jardines del Palacio donde comienza la acción, siguiendo por los lagos y diferentes lugares. La tragedia se habrá apoderado de los amantes, quienes consiguen unirse en algún lugar de la eternidad pero habiéndolo dado todo hasta entonces.

Mariela Verónica Gagliardi

El odio es ignorancia

Heidi, el musical1

Ficha HeidiComo a los 3 años miraba, todas las tardes, a Heidi por la televisión. Esta niña de pelo negro y piel blanca como la nieve, llenaba de alegría mis meriendas. Hasta que un día su banda sonora llegó a casa y la cinta se escuchó una, otra vez y otra vez. Hasta gastarla considerablemente.

Esta niña de los Alpes, no era una más. Era aquella que venía a dar enseñanzas y convertir los dibujos animados en aventuras nobles y plagadas de amor.

Por eso es que verla en el Teatro Coliseo, junto a su fiel amigo Pedro, a la perra Niebla y a su amado Abuelito; fue emotivo. Un estreno a sala más que llena, convirtió la tarde fría y lluviosa en el escenario perfecto para que los pequeños pudieran disfrutar y sentirse inmersos en el clima real.

Utilizando varios recursos fieles a las animaciones, los personajes de Heidi utilizaron máscaras en sus cabezas que eran muy similares a los dibujos famosos de la pantalla chica. De esta manera, con proyecciones constantes, entre una escena y otra, los niños pudieron comprender la historia y sentir que sus amigos no eran humanos sino personajes.

Y aquí podría abrirse un debate que se centraría, básicamente, en considerar si hubiera sido mejor verle la cara a los actores o no, si les quitaba naturalidad a sus movimientos corporales o no. Y, realmente, poniendo en una balanza unas y otras cuestiones; posiblemente los más chiquitos no podrían juzgar determinados aspectos pero sí sentir una mayor cercanía con cada una de las interpretaciones. Eso, al fin de cuentas es lo que más importa.

Así, se pudo ver una representación (con libro y dirección de Rubén Roberts), en tono de comedia musical, muy fresca, con un Abuelito que danzaba junto a los pequeños, que corría y luego recordaba su avanzada edad, que pretendía hacer entrar en razones a estos traviesos y juguetones niños. Porque en cuanto la maldad apareció, no tardó en esfumarse, para recordarnos a todos que lo importante es perdonar los errores y jugar sin barreras.

Los rivales no existen más que para aprender a no tener enemigos y todas las suposiciones podrían ser quitadas del medio para celebrar la vida en todo momento.

Ver la cara de los espectadores (que oscilaban entre un año a cinco, sin contar a los grandulones que se infiltraron para no perderse la magia) al interactuar con estos personajes grandiosos, al perseguirlos con las miradas cuando bajaban del escenario, es lo que vale la pena en este tipo de espectáculos. La interacción es fundamental y la constante interacción con el público se vuelve el eje principal para que una tarde tan pero tan congelada pueda hacer crecer los jardines más coloridos en instantes.

Entonces, cada una de las canciones supieron captar la esencia de la encantadora Heidi, formular una historia entretenida y dejar la moraleja. Esta enseñanza que parece tan obvia, sinceramente no lo es. Porque, a diario, podemos notar cómo nuestra sociedad prejuzga, juzga y bloquea al diferente, al que piensa distinto, al que tiene otra ideología. Y no titubea al eliminar a aquel que no es igual. ¿En qué clase de secta se está convirtiendo nuestro país? Se puede ser intolerante, pero ¿hasta qué punto? Se puede decidir no unirse o juntarse con tal o cual, ¿pero hasta cuándo?

¿Cómo inculcarle valores y códigos a los más chiquitos cuando la hipocresía muchas veces se apodera de nosotros?

Es momento de escuchar/nos, de hablar/nos y de tolerar las diferencias para construir un país y mundo mejores. El resto es pura habladuría y las palabras con el tiempo son solo eso: vocablos que se olvidan y mezclan.

Heidi es como un libro que se abre desde la primera infancia para aprender a vivir, para aprender a soñar e imaginar que la nobleza no es una utopía: que es posible. Que no se es tonto por no odiar. Se es adulto cuando se superan los propios límites y evoluciona con bondad.

Heidi, el musical es una lección de vida con notas musicales, coreografías y colores; donde la vejez no es vista como algo negativo sino como una invitación a la reflexión, a cuidar de nuestros mayores y a convertir lo oscuro en esperanza.

Los efectos especiales, visuales y sonoros son los que hacen de este musical una verdadera ilusión. Para hoy y para el mañana.

Mariela Verónica Gagliardi

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«Andrés Ini», en el Paseo La Plaza

Andrés IniSobre “El Stand Up Musical”.

Un sostenido show en clave de humor con agudas observaciones sobre temas no tan graves y comentarios acordes que dan en la tecla para que la risa suene hasta la última nota!. En un ambiente ideal de Café Concert y en la mítica sala The Cavern Club se presenta este asombroso y original show de stand-up que sale de lo tradicional para SORPRENDER con canciones, creatividad y monólogos que lo harán reír y transitar por diferentes climas (según la época del año en la que asista al show). Andrés Ini (actor, cantante, compositor y guionista), logra el humor a través de generar la identificación con el público, sin utilizar lenguaje grosero, ironizando sobre situaciones de la vida cotidiana y costumbres sociales tan naturalizadas como absurdas. Con las canciones el espectador estalla de la risa y esto le generará un dilema: no sabrá si dejarla fluir o contenerla para seguir escuchando y disfrutando de la música!

Sobre Andrés Ini.

Es comediante, cantante, actor, guionista, compositor y Lic. en Comunicación. Desde hace 8 años que se presenta en el Paseo La Plaza los sábados y actualmente presenta la tercera temporada de su unipersonal: «EL STAND UP MUSICAL». También se desempeña en radio como columnista de Stand Up en el programa «El Exprimidor» de Ari Paluch. En televisión, ha sido guionista de la productora Ideas del Sur de Marcelo Tinelli para los programas Gran Cuñado 2009, Showmatch, Este es el show, Humor de Primera y actor en TELEFÉ.
El espectáculo de Stand Up Musical ha sido elegido para participar en el Primer festival del humor de la Ciudad de Buenos Aires, y Andrés Ini fue convocado para cerrar la noche de gala en el Teatro Coliseo. También participó en el Festival Nacional de Stand Up en Tecnópolis junto a los más importantes referentes del género en el país.

Ficha Técnica:

Autor y protagonista: Andrés Ini.
Prensa y difusión: Hola! Prensa & Difusión.
Teatro: Sala The Cavern Club del Paseo La Plaza, Av. Corrientes 1660, C.A.B.A. – Argentina.
Funciones: Sábados a las 21hs.
Reservas: (15) 6375-1986 // 6320-5361. Entrada: $80. Entradas en Plateanet.
Finalización: 6 de diciembre.

 

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Una linda excusa para estar juntos

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“Un paseo por el mundo con la Camerata Bariloche” (la idea es de Luis Ovsejevich y Héctor Presa, dirigida por éste último) es un viaje por paisajes preciosos junto a la música de estos grandes intérpretes.

Quisiera ponerme por unos instantes del lado de los más chicos que, muchas veces, no son escuchados u oídos. En ciertas ocasiones se los subestima o cree que ellos tienen que participar de determinados espectáculos como para su edad, o consumir melodías modernas de la televisión con simpáticos personajes disfrazados.

Ciertamente, a mi izquierda, tuve la posibilidad de observar a una pequeña de casi dos años que no se cansaba de mover su cuerpito, aplaudiendo y sonriendo un domingo a las 11 de la mañana.

¿Qué decir frente a esto?

Ella no fue la única presente. Muchos niños y bebés disfrutaron junto a sus padres. Quizás para varios fue su primer Un paseo por el mundo11contacto en vivo con este estilo de música clásica, en un teatro tan grande como el Coliseo, oyendo las cuerdas rozadas por los arcos de pernambuco.

La trama de la historia se basa en la familia Camerata compuesta por un matrimonio compuesto por: Carlos (Santiago Burgi) y Mercedes (Andrea Mango); y sus dos hijos: Rafael (Mauricio Vila) y Tamara (Agustina Di Vico) que deciden jugar a partir de la música. Ellos imaginarán que están en diferentes países, conociendo bellos lugares y despertando el entusiasmo de los niños.

Libertango (Astor Piazzolla) es la primera canción que suena en el escenario y ya nos adentramos en este mágico mundo de pentagramas porteños, para ingresar en Las cuatro estaciones (Antonio Vivaldi). Aquí, en Europa optan por quedarse y viajar por Austria, Alemania, Polonia, Rusia, Francia e Inglaterra. En esas tierras, conocen Una pequeña música nocturna (Wolfgang Amadeus Mozart), Sinfonía N° 5 (Ludwing Van Beethoven), Vals del minuto (Frederic Chopin), Serenata para cuerdas (Piotr Ilitch Tchaikovsky), Habanera de la ópera (Georges Bizet) y Yesterday (Paul Mc Cartney), entre otros.

Cuando este clan culmina su recorrido por el gran continente, se para a descansar unos instantes, para luego Un paseo por el mundo14continuar por los senderos luminosos. Las valijas están esperándolos a estos tan ansiosos tripulantes, pero nunca toman un avión, ni un tren. La familia tiene el mejor viaje a través de la imaginación. Este don los une, les permite relacionarse, compartir aventuras y ser felices.

Esta segunda parte cambia el rumbo completamente y, si bien lo clásico predomina, los ritmos más infantiles se hacen presentes como el caso de Pata pata (Miriam Makeba), Cielito lindo (Quirino Mendoza y Cortés), Jarabe tapatío (José Leopoldo Enrique Reyes Oliva) y Allá en el rancho (Jorge Negrete), El humahuaqueño (Edmundo Zaldívar) y El quebradeño (Adolfo Ábalos).

Con respecto a los artistas, supieron ser muy anfitriones y compartir el escenario con figuras tan destacables, demostrando que cada uno tiene su lugar y momento. Quisiera destacar las voces de los dos actores principales, quienes con sus voces le rindieron homenaje al Brindis de la ópera, junto a la orquesta.

Siempre se vuelve al mismo punto en que se partió y Argentina, su país, es el que los vuelve a hospedar. Las luces del escenario nos reflejan, nos apuntan y, entre todos, hacemos palmas.

Lamentablemente, ellos decidieron cuándo finalizar y retornar a su hogar. Nosotros pretendíamos continuar pero, en otra función, será posible hacerlo.

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Los niños salieron, raudamente, de la sala con el programa en mano. Y es que hay una sección para pedir autógrafos y ninguno se lo quiso perder. Así fue como el hall del teatro se convirtió en una fiesta con los actores sonrientes, poniendo sus firmas.

¿Y los músicos?  ¿Por qué, siempre, se escabullen entre la gente hasta desaparecer?

Ellos, como siempre, con su perfil bajo, decidieron tomar otro rumbo: la vereda, el sol que comenzaba a calentar la ciudad y su rutina por seguir.

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ficha artístico-técnica Un paseo por el mundo

Mariela Verónica Gagliardi

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