*** ENERO 2023 ***

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La inocencia perdida

El título indica «Juegos de fábrica, con escenas de rock». Se sabe, entonces, que habrá entretenimiento. Lo que nunca imaginé fue la profundidad con que se narraría y la inmensa cantidad de enseñanzas que quedarían en el aire para que -de a poco- las vayamos asimilando.

La obra se ubica, por la escenografía y vestuario, en los años cincuenta aproximadamente, pero el vocabulario es contemporáneo, no por eso incoherente. Jamás un grupo de niños va a adecuarse perfectamente al vocabulario utilizado en un momento determinado, como los adultos.

Un pequeño cuarto, descubierto por uno de ellos, permitirá que crezcan de golpe, que tomen conciencia, abruptamente, sobre temas políticos y sociales y que, además, salgan a la luz problemas graves de sus intimidades.

Durante las diferentes situaciones planteadas podremos conocer el lugar que ocupa cada uno en cuanto al poder y cómo el factor económico -antes y ahora- continúa dividiendo en vez de unir.

Cabe resaltar la complejidad de las actuaciones femeninas que varias de ellas interpretaron a hombres y todo el look -inclusive las voces y movimientos- nos permitieron disfrutar de un buen teatro.

Sumado a esto la banda en vivo y las canciones especialmente escritas por.  Crearon un clímax agradable y perfecto para vivenciar danza contemporánea, una historia bien contada y letras con mucha garra.

Imposible no sentir ternura por Fausto (Nacho Medina) quien es de origen italiano pero para que lo acepten se ve obligado a hablar en castellano y su ingenuidad como persona lo meterán en problemas con el resto de los pequeños que copiarán mecanismos tiranos y agresivos para incluirlo en el grupo.

Y en esto deseo hacer foco: en el ejemplo que, de algún modo, deben dar los padres a sus hijos, intentando transmitir valores saludables y mucho amor.

Lo importante que es la comunicación durante todas las etapas de crecimiento y lo inoportuna e incómoda que puede resultar una situación cuando hay confusión.

Me sorprende que no exista ni un solo personaje mayor en escena, lo cual deja en evidencia el desafío del autor al montar Juegos de fábrica. No es una obra de niños para niños. Es una obra de niños para adultos y jóvenes que quieran y necesiten seguir soñando con el amor.

En cuanto al canto, las voces suenan tan bien que no parece haber cortes entre una escena y otra, sino que parecen amalgamarse hasta bajar la luz y convertir la fábrica en penumbras.

Quienes somos grandes pudimos viajar junto a ellos, acordarnos de nuestro primer beso, las primeras travesuras, el primer amor y las decepciones sufridas por la inexperiencia de la edad.

Considero acertada la decisión de crear perfiles de personas diversos para que el espectador pueda identificar con alguno y tener empatía, así como dejar en claro qué es correcto de algún modo y qué no.

¿Los pobres algún día conseguirán otro puesto o permanecerán fijos en esa injusta condición social?

¿Hay igualdad de oportunidades para los ricos y los más desposeídos?

¿Los pobres merecen serlo, cuántos grupos de los mismos existen? ¿Podemos generalizar para desligarnos de la responsabilidad que nos toca tan sólo por el hecho de ser ciudadanos?

Por qué un niño humilde -monetariamente hablando- debe ser ubicado en un casillero decadente del cual jamás podrá salir?

En esta comedia musical dramática se conoce una arista contada por ambas clases sociales y se subraya cuándo es necesario cambiar el rumbo para seguir creciendo.

No existe una asociación real entre la edad y el poder. Claro que acá sí, por el simple hecho de partir desde ahí y demostrar cuán equivocado puede estar una persona y cuán acertado alguien más chico.

Y esto me recuerda a la obediencia que exigen los mayores, a la desigualdad de decisiones tomadas por grandes y chicos y a la arbitrariedad reiterada entre los primeros.

¿Por qué hay que crecer para ser escuchado? Si es así no habría que nacer con bastantes años para ser alguien?

¿Un niño es una marioneta?

La música ambientó, en varias ocasiones la obra, permitiendo distraernos de la constante bajada de línea. Sería algo así como tragar de golpe y luego recibir una caricia.

¿Cuándo reaccionarán esas almas dormidas que no quieren despertar?

Mariela Verónica Gagliardi

 LAS FOTOS EN BREVE SERÁN SUBIDAS…

 

 

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Espejito espejito, de Emyliano Santa Cruz

Blancanieves 2Lo que pasó después del “felices para siempre”…

*SENSACIONAL ESTRENO*

JUEVES 27 DE MARZO

21 hs

 FUNCIONES

Jueves 21hs

 Teatro Bambalinas

Av. Corrientes 1743 – C.A.B.A.

Localidades $80 y $100

ELENCO

EMYLIANO SANTA CRUZ

Lucrecia Aguirre
Jazmín García Haymes
Voz del espejo: Martín Rechimuzzi

SINOPSIS

Un espejo que devuelve realidades que no quieren ser asumidas, 4 princesas que le devuelven al espejo sus quejas y la reivindicación de la femineidad a la orden del día. Quien dijo que las princesas eran bellas felices y exitosas?
Un espectáculo de humor que recorre las historias de fantasía a contrapelo. El revisionismo llegó a los cuentos de princesas para desenmascarar a los presuntos finales felices.
¿Actualidad? Si!, tenemos una invitada famosa cada semana que nos contará su experiencia después del “y fueron felices para siempre…”

Él es Emyliano Santa Cruz

Actor, Cantante, Escritor y director.  Proviene de una familia de destacados Artistas, entre ellos se cuentan su Madre Liliana Benard, Su tío Leonardo Favio, y su tío y padrino Abel Santa Cruz, entre otros. Con una prolífica carrera de más de veinte años, Emyliano comenzó a trabajar en Televisión a la temprana edad de ocho años; desde entonces ha trabajado ininterrumpidamente en Cine, teatro y Televisión. Hasta el día de hoy  ha escrito, dirigido y protagonizado más de diez comedias musicales en Buenos Aires, Nueva York, Miami, y México, y ha protagonizado innumerables obras de teatro. En la TV Argentina a  participado como humorista en SHOWMATCH, “El Casting de la Tele”, “Sin codificar”, etc. En TELEVISA (México) fue parte del elenco estable de la famosa Sit-Com “La Familia Peluche” y “Que tarde tan padre!”. Emyliano ha recibido varios premios y reconocimientos, tanto en su país natal, como en el extranjero:

Ha ganado numerosos premios en Argentina y el exterior

Premio ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo, Nueva York) 2006 Como mejor comediante del año «El Quijote» – Premio HOLA (Hispanic Organization of Latin Actors, Nueva York) 2006 Como mejor actor de comedia «Madre» – Premio ACE (NEW YORK) 2005  Como la Personalidad del año – Premio HOLA (Nueva York) 2003 Como mejor actor de reparto «El Enfermo Imaginario» – Premio ACE (Nueva York) 2003 como mejor actor de Comedia «El Enfermo Imaginario» – Premio ESTRELLA CONCERT (Buenos Aires, Argentina) 1996 mejor musical infantil «La Sirenita» – Premio CARLOS  (Córdoba, Argentina) 1996 al mejor musical «Aladino» – Premio CARLOS  1996 al mejor vestuario «Aladino» – Premio CARLOS 1996 Como revelación del año «Aladino» – Premio BAMBA (Córdoba, Argentina) 1995 mejor comedia musical «Aladino»

EQUIPO CREATIVO

Música: Marcelo Andino

Coreografía: Federico Wagner

Escenografía: Nicole Treuel

Vestuario: Core Puetto

Realización de pelucas: Jorge Balestra

Fotos: Charli Love

Prensa y difusión: Circular prensa

Dirección: Martín Rechimuzzi

Producción general: Emyliano Santa Cruz

Prensa y Comunicación

Guido Zaffora – Mercedes Giobio

 

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No todo lo que brilla es oro

Muerte, dolor, pasión, amor, odio, talento, temor, maldad, dulzura… si esto no es un drama… el drama no existe.

Al llegar al Teatro El Cubo, me acomodé en la butaca que me correspondía, pero decidí preguntar si podía presenciar la función desde la primera fila. Menos mal que me dijeron que sí y menos mal que se me ocurrió preguntar.

Estar ahí, tan cerca del escenario me transportó a una novela –bien hecha- de la televisión. “Las relaciones peligrosas”, cuando comienza su relato, no se sabe a ciencia cierta, por qué camino nos va a conducir. Es pura intriga y eso es lo que atrapa al espectador.

Esta obra de teatro y musical, basada en una novela homónima de Pierre Choderlos De Laclos, nos demuestra cómo es posible hacer teatro de verdad, con todos los condimentos necesarios para lograr un éxito y, las ganas de recomendar y volver, cuando sea jueves, a la sala.

La historia, ambientada en Francia, durante el Siglo XVIII, nos presenta a Romina Groppo (Isabelle de Merteuil) y a Christian Alladio (Sebastian de Valmont), quienes deciden hacer una apuesta malévola y perversa: Sebastian de Valmont tendrá que seducir a Gabriela Bevacqua (Marie de Tourvel) –engañando ella a su marido- y a cambio de esto, Isabelle de Merteuil, deberá acceder a los caprichos carnales de Valmont.

Este trato, celebrado de palabra, sin papel mediante y con la oscuridad, transmite miedo y desconcierto.

Marie de Tourvel es una mujer fiel, buena y decente. Al menos trata de aparentarlo. Por otro lado, Isabelle de Merteuil vendría a ser la malvada de la historia, manipulando a la gente a su antojo, sin piedad ni escarmiento.

No podía faltar una dulce adolescente de 15 años, Ayelén Varela (Cecil Volanges), enamorada de su profesor de piano, Carlos Pérez Banega (Raphael Danceny). Pero, a pesar de que su amor es correspondido, inocentemente se escriben cartas románticas que nunca alcanzan a demostrarse, con actos, en la realidad. Dichas cartas son llevadas y traídas por Renzo Morelli (Azolan), el mensajero, quien parece un simple caballero, sin voz ni voto.

Raphael, daría todo por Cecil, pero ella está a punto de comprometerse con un hombre rico de la sociedad, para salvar de la pobreza a su madre, Karina Sáez (Madame de Volanges). Claro que Cecil, no desea contraer matrimonio sino fugarse con su amado.

Toda la utopía y enamoramiento entre Raphael y Cecil, comienza a disolverse cuando su madrina, Isabelle de Merteuil, descubre las correspondencias. A partir de ese momento decide llegar a un acuerdo con su sobrina, prometiéndole no develar el secreto a su madre.

Cecil, confía, como una niña en la palabra de su madrina, pero no conoce su lado macabro y especulativo. Isabelle, un día, le cuenta a su madre toda la verdad, recomendándole que pase una temporada en casa de Tiki Lovera (Madame de Rosemonde), amiga de ella. Madame, las recibe a madre e hija, muy cálidamente y las hospeda durante unas semanas.

Esas semanas serán claves para el conflicto de la obra. Durante esos días se conocerá todo lo que, hasta el momento, se desconocía.

Pero, ¿quién es Sebastian de Valmont? ¿Cuál es el poder que tiene y qué es lo que oculta tras su rostro desafiante y pasional? ¿Logrará alcanzar su objetivo y romper un matrimonio?

Cecil, ¿qué relación y parentesco tiene con Sebastian? ¿Lo descubrirá en algún momento, lo sospechará? Su madre, ¿qué secreto pasado guarda?

¿Ganarán los buenos o los malos de la historia? ¿Los que parecen buenos, realmente lo son? Y, los malos, ¿podrán volverse aún más perversos, sin límite alguno?

Como todo relato, siempre hay un conflicto reinante, pero “Las relaciones peligrosas” honran su título, existiendo más de uno. Las tragedias que se acontecen, te dejan con la boca abierta. No podés creer lo que ocurre hasta que te convencés e hilás diálogo con diálogo.

Esta es una obra para no distraerse en ningún momento. Si lo hacés, puede ser que después no encuentres al culpable, puede ser que no encuentres la esencia ni los valores.

Justamente éstos últimos, los valores, son las piezas fundamentales de la puesta en escena. Por más que pertenezcas a una clase alta, el dinero no compra tu decencia y los ojos de la sociedad, pueden taparse y ocultar el verdadero odio y perversidad cometidos por algunos protagonistas de la historia.

¿Qué está bien y qué está mal en una sociedad del año 1.700? Una sociedad dominada por el hombre y, donde la mujer, está obligada a sentir en silencio, callando todo lo que le sucede.

Los colores en la vestimenta de los personajes, no solo son estéticos sino simbólicos. El blanco en Cecil y Marie, marcan la pureza y transparencia. En cambio, el negro, en el resto de los personajes connotan oscuridad, turbiedad en sus personalidades, manchas de maldad en algún punto.

Esta novela se denomina epistolar ya que su trama gira en torno a cartas escritas entre algunos de los personajes: entre Cecil y su profesor, entre Marie y su marido a quien no se conoce en la obra, entre Isabelle de Merteuil y Sebastian de Valmont. Si bien cada redacción es importante -para el nudo de la historia-; recién en el desenlace se sabe el papel fundamental que cumplen las cartas entre los dos protagonistas perversos de “Las relaciones peligrosas”.

Entonces cabe preguntarse, qué es lo peligroso. ¿Cuáles son los vínculos que corren peligro? ¿Existe realmente el peligro en esta intrigante historia francesa? ¿El peligro será un hecho puntual llevado a la acción o la palabra misma?

De lo que podemos estar seguros es que una relación por la fuerza -física- no perdura en el tiempo.

En tiempos donde la tecnología e internet suplantan un manuscrito -redactado con pluma y tinta-, es increíble poder permanecer expectantes casi dos horas, atrapados por palabras, intenciones, sensaciones, miradas y actos. Todo lo sutil y cada huella, quieren decir algo. Pero no es un “algo” pasajero, sino una pista que unida a la siguiente, nos permitirán saber el significado de cada texto, de cada diálogo y de cada relación, justamente.

Los ocho actores, tienen un desempeño excepcional. Como en una novela, existen los actores principales que son marcados por el relato, pero a mi parecer todos son imprescindibles en la obra. El que puede tener menos libreto para hablar, lo compensa con actuación en silencio. Esto también es un arte en el escenario, el notar cómo cuando uno se está destacando con la voz, el resto permanece en uno de los ambientes de la casa en que se divide la puesta en escena. Serían necesarios más ojos para captar cada movimiento de cada uno de estos artistas.

También es un placer escuchar sonar un piano, en vivo, de las manos de Cecil y Raphael.

En cuanto a la escenografía, ésta es perfecta para la época en que acontece la obra, de un estilo muy fino y distinguido. Si bien en el Siglo XVIII se hablaba de otra manera mucho más formal que en la actualidad, el guión está muy bien adaptado ya que consigue un equilibrio entre la época pasada y la vigente.

La iluminación va ambientando cada parte del escenario en que sucede aquello a lo que debemos prestar atención. Actúa exactamente paralela a como lo haría una cámara filmadora en la televisión. Las luces son las encargadas de decirnos qué es lo importante y en qué momento.

Retomando, por último, al escritor Pierre Choderlos De Laclos, es relevante conocer algo acerca de su vida para comprender el por qué de su novela. Él comenzó como militar, creyendo que era su verdadera vocación, cuando al pasar unos años empezó a redactar «Las amistades peligrosas» (muchas veces traducida como el título de la obra). Con el correr del tiempo, se volcó más a la escritura y en ella pudo plasmar sus frustraciones militares, la humillación por parte de la aristocracia y el rechazo de las mujeres que anhelaba en su momento.

Además de narrar sus propias vivencias, encarnadas en personajes, también se puede mencionar el contexto del país francés de esa época, la frialdad de la clase más alta y la necesidad de aparentar situaciones para «no hacer algo mal».

Quizás, de lo que no se dieron cuenta, los que tienen el poder -y dinero-, es que el pecar de inocente es peor que mostrar la verdadera faceta.

Mariela Verónica Gagliardi

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Las relaciones peligrosas

GRG PRODUCCIONES

Presenta:

“LAS RELACIONES PELIGROSAS”

 De Marcelo Caballero & Steban Ghorghor

Basada en la Novela de Pierre Choderlos de Laclos

Funciones: Jueves de Noviembre a las 20:30 hs

Nuevas Funciones: Lunes 3 de diciembre y Jueves 13 de diciembre a las 20.30hs.

 Teatro “El Cubo”

Zelaya 3053-Abasto

Entradas: Desde $80

Duración de la obra: 100 min.

ELENCO

Romina Groppo (Isabelle de Merteuil) / Christian Alladio (Sebastian de Valmont) / Gabriela Bevacqua (Marie de Tourvel) / Karina Sáez (Madame de Volanges) / Tiki Lovera (Madame de Rosemonde) / Ayelen Varela (Cecil Volanges) / Carlos Pérez Banega (Raphael Danceny) / Renzo Morelli (Azolan).

FICHA TÉCNICA

Libro y Letras de Marcelo Caballero – Música de Steban Ghorghor / Basada en la novela de Pierre Choderlos de Laclos /  Fotografia: Carlos Newbound Producciones / Diseño de Imagen: Camilo Schimf / Asesoramiento Estético: Ma. Eugenia Blanco / Diseño de Escenografía: Hernán D. Salem / Diseño de Iluminación: Marcelo Caballero – Maxi Pastorelli / Director Adjunto: Nicolás Manasseri / Stage Manager y Asistente de Dirección: Claudia Gutiérrez / Chorus Captain: Carlos Pérez Banega / Post Producción Musical y Coaching Vocal: Diego Duarte Conde / Dirección Musical y Arreglos Corales: Maia Barrio / Asistente de Producción: Maru Esquenazi / Prensa: “Circular Prensa” / Producción Ejecutiva: Karina Sáez / Producción General: Gabriel García / Dirección General y Puesta en Escena: Marcelo Caballero.

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Un golpe al corazón

Delfina (Moyra Agrelo) y Catalina (Soledad Galarce) disfrutan de la vida de una manera muy superficial y snob. Ellas se dedican a diseñar ropa y creen que se pueden llevar el mundo por delante por tener dinero y status.

Un taller de costura, nos abre sus puertas. Allí, podemos observar suciedad, desprolijidad, y una estética que induce al abandono.

Pero cuando las amigas llegan con su glamour al local, esperando encontrar algo igual o similar a su clase social, les agarra un ataque de furia a cada una. El lugar está clausurado con las fajas de seguridad, impidiéndoles el paso. Pero se acuerdan que tienen un amigo abogado y rompen dicha faja.

Como dos volcanes en erupción, comienzan a dar unos discursos cargados de exceso de conchetaje, el cual desborda hasta el ridículo, para demostrarnos que esta obra llamada Baja costura, apunta hacia otra dirección.

Las dos chicas, llenas de energía, irrumpen con sus vestidos dorados y todo al tono, en el taller que les contaba, y se deprimen. No saben qué hacer. No encuentran a su empleada – quien trabaja en negro para ellas – y hoy era el día en que debía finalizar un pedido para poder llevárselo a un cliente importante. Ellas son dos inútiles que quieren simular no serlo y, en cambio, vivir de otros. Explotar a otros.

Delfina parece fría y calculadora, pero a Catalina parece afectarle todo. Al cabo de unas horas, los papeles se revierten y nos demuestran que son humanas con sentimientos, los cuales van más allá del vestuario que se compren o hagan.

La situación de que su única empleada las haya dejado clavadas, fue un puñal en el corazón. No entienden cómo les pudo hacer eso y suponen que se la llevaron presa. Luego de confirmar que está en su casa y, enojada con sus amas, las chicas saben que no podrán contar más con ella.

Pero como enseñanza y, como suele pasar siempre que se obra mal, las amigas deben aunar sus fuerzas y coser ellas mismas. Las máquinas son muy antiguas y tienen que aprender a usarlas lo más rápido posible para llegar a tiempo con la entrega.

Como la frase bien conocida «no se me van a caer los anillos», no les queda otra alternativa que quitarse sus trajes ostentosos y colocarse guardapolvos – los cuales tienen escritos unas palabras alusivas al grupo Alameda que se encarga de militar y luchar contra el trabajo en negro-. De ahí en más, Baja costura, pega un giro de 360° y conocemos las facetas de las glamorosas, ahora pobres.

Unos videoclips, muy entretenidos,  hechos con animaciones de ropa y fotos, van ambientando lo que sucede en el taller.

Después de reírnos por los monólogos y diálogos disparatados de las actrices, una dosis de realidad cae ante nuestros ojos. La puesta en escena que había comenzado, y seguido, chistosamente, burlándose de los que menos tienen; pasa a ser un balde de agua fría.

El reducto, sin ventanas, donde se come, duerme y va al baño, se empieza a apoderar de ellas, como un monstruo. Pierden noción del tiempo, del espacio y se sienten perdidas. No saben si llegarán a entregar el trabajo prometido o si les conviene abandonar todo y salir corriendo. Pero no. No pueden escapar porque ahora no son más de la clase alta sino que fueron contratadas en negro.

¿Cómo ocurrió esto?

La obra no nos muestra ningún contrato firmado, a ningún capataz. Nada.

Sucede que el paralelismo nos hace pasar de un escenario a otro para, justamente, conocer la otra realidad. La de los explotados y sufridos empleados, generalmente oriundos de otros países o lugares.

Unos fragmentos de videos extraídos, de diversas investigaciones televisivas, nos dan a conocer varios testimonios de trabajadores contratados en pésimas condiciones y tratados peor que a animales.

La ductilidad de la obra, también divide en dos al lugar de trabajo (imaginariamente o por efecto de las luces), para mostrarnos dos momentos históricos trágicos, durante los cuales se incendiarios dos talleres: uno en Nueva York en el año 1911 y el otro en el barrio de Flores, en el año 2006. No fueron accidentes sino negligencias ya que estos lugares suelen ser cerrados con llave por los jefes para que sus empleados no salgan ni pierdan tiempo, no tienen ventilaciones ni tampoco posibilidad de pedir auxilio.

Así, podemos entender por qué el nombre de la obra de teatro. Es una alta costura la de las protagonistas pero una Baja costura el mensaje y propósito de la misma.

Se cae muy bajo al maltratar a la gente, al no considerar a las personas como tales y no asumir que todos tenemos los mismos derechos. El que menos tiene dinero no es menos que el que lo tiene. La grandeza no se cuenta sino que se refleja en los actos, en las miradas, en la gentileza y en el don de ponerse en el lugar del otro.

Las risas se disipan al llegar un llanto, como en la vida misma. Si abrimos nuestro corazón y nos dejamos llevar, podremos transitar por distintas emociones maravillosas y difíciles de transmitir con palabras.

 

Mariela Verónica Gagliardi

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