La vida es como una película donde cada día muestra una fotografía diferente. Fotogramas (de Sofia Schverdfinger y Judith Cabral) muestra cómo la popularidad y la fama se pueden convertir en los peores enemigos de una persona.
Dos mejores amigas (las autoras de la obra) se ven enfrentadas por el camino que eligen y, durante toda la dramaturgia, podremos disfrutar de las canciones que representarán las artistas, las cuales irán conformado un interesante entramado.
Siguiendo la trama de la historia, impacta el modo de utilizar diferentes recursos para narrar. Imágenes filmadas se entrelazaran con la teatralizacion y, un grupo de música, irá intervienendo, también con Fotogramas.
La fortaleza de la obra se encuentra en el video y en la voz de Judith Cabral, como potencial. Ella cumplirá su sueño de actuar y ganar fama, olvidándose de su amiga -a quien desvalorizará en reiteradas oportunidades-.
De esta manera, los valores, la amistad y el amor; alcanzan la cima -dejando en el camino lo más banal y frío-. Cuando se prioriza el olvido, todo se disuelve, se segrega dentro de un abrigo de piel con joyas y pendientes de oro.
En cuanto a la escenografía, está compuesta por diferentes decoraciones que se modifican y cambian de acuerdo al momento de la historia y al cuadro desarrollado.
«Fotogramas», es una comedia musical con momentos muy buenos, conseguidos gracias a la combinación de diferentes recursos narrativos. El elenco es heterogéneo, permitiendo observar en un extremo, un nivel excelente -como el de Judith- y, por otro lado, a artistas que comienzan a mostrar su sueño escénico. Considero que la obra decidió conformarse de esta forma para darle la posibilidad a diferentes artistas de subir al escenario y que evoquen un mensaje, el cual quedará impreso entre los espectadores.
Podría lograrse un producto superior, escogiendo a artistas más a la par de Judith pero, evidentemente, para que la historia sea coherente, han seleccionado a un grupo heterogéneo -montándole coreografías simples y pasos sencillos- demostrando que no es imprescindible actuar y bailar de forma excelente para integrar escenas de la vida. El contraste obtenido permite que se le preste atención, también, al contenido como eje central, que predomina a lo largo de la dramaturgia.
Así se logran dos caminos: uno estético y fugaz y, el otro, común y permanente. El guión hace hincapié, constantemente, en diferenciar ambos rumbos, sin dejar que interactúen entre sí. ¿Por qué una actriz famosa de cine no puede ser sana, tener un círculo íntimo de amigos y familia y ganar dinero con lo que ama?
Aún veo en mi cabeza esas imágenes del film, tan bien interpretadas y editadas, durante las cuales disfrutamos del cine y teatro al mismo tiempo. Cada personaje podrá decir su parecer en cuanto a la vida, rodeándonos de fe y calidez en cuanto a la toma de decisiones.
Los encuentros y desencuentros estarán presentes así como la nostalgia y tristeza. También, las situaciones límite se esbozarán sin llegar a su extremo, demostrando que siempre es posible arrepentirse y tomar otro rumbo.
Dibujar cada momento como se quiera y de la forma adecuada, intentando no perjudicar a los momentos y, tomando conciencia de lo fundamental que resulta el trazo en el papel.
De repente me vi invadida de distintas situaciones que me mostraron dos mundos posibles: el soñado y el real. Centrándome en el primero, este se ve reflejado durante la primera parte de la historia mientras, el segundo, se plasma casi llegado el desenlace -demostrando que los personajes no tienen la convicción como para lograr sus metas-. Son débiles y podrían no serlo, intentando equilibrar sus elecciones.
Ellos determinan que lo básico los reconforte, los reúna y estabilice. Como una gran foto panorámica, cada secuencia y gesto quedarán impresos.
Escrito
en agosto 25, 2014