El apellido Mihanovich es sumamente conocido en el ambiente artístico. No hace falta aclarar demasiado.
Si citamos a Sol, tal vez, algunos se pregunten quién es y empezarán a especular con que es la «nieta de», la «hija de», la «sobrina de». Sinceramente, no me gusta hacer esas conexiones ni vínculos del árbol genealógico porque me pierdo y además le quitamos entidad a la persona.
Sol Mihanovich es una cantautora, que tiene grabado un EP, llamado «Cuadernos nuevos» (canción que, logicamente, hizo sonar) y que, en los próximos meses lanzará, por fin (en tono de súplica) su primer LP titulado «El juego».
Esta noche se presentó junto a La selección invisible, en Velma Café. Apenas hizo su aparición en el escenario, las palmas comenzaron a sonar y los instrumentos a entonar melodías introductorias.
La banda está conformada por: Sol (Voz y Guitarra), Martín Canosa, (Teclados y programaciones), Mu Sánchez (Guitarras), Matías Onzari (Bajo), Rodrigo Genni (Batería) y Natalia Pellegrinet (Coros).
El escenario nos mostró a una Primavera incipiente, con flores en tonos de blanco, super delicadas. Las luces en tonalidades de rojo y violeta nos invitaron a vivir un show diferente.
«Este vals» fue el ingreso al recital y, de a poco, empezamos a saborear el gustito a romance con «Canción de amor». Digno de una argentina que tiene bien ancladas sus raíces en el país, interpretó una versión diferente de «Tumbas de la gloria» (Fito Páez) y el corazón me estalló de felicidad ya que, también, es uno de mis temas predilectos del artista rosarino.
«La vida es sueño», nos guió durante el recorrido y «Hoy me acordé de eso», fue el pie para lo que estaba por venir.
El show tuvo varias sorpresas: una de ellas fue la participación de su papá, Vane, con quien interpretaron «Parte del aire» (Fito Páez). Y sí, se vibraba ese amor tan leal entre ellos, de tanta sabiduría y entendimiento. Luego llegó «Uh uh uh» e inmediatamente se empezaron a proyectar unas imágenes: fue uno de los regalos de la noche, ya que nos presentaron el video «Una hora más», que será el hit del disco, seguramente.
En todo momento se sintió un clima muy ameno, de fiesta diría, donde queríamos más canciones y que el los sonidos no paren. Inclusive, Sol quería decir algunas palabras cada tanto, pero el pianista tan emocionado como estaba, continuaba el repertorio.
También, tuvimos el agrado de escuchar a Sandra Mihanovich junto a su sobrina, cantar el tema «Mis personas favoritas», que Sol le dedicó a su abuela Moca. Es un poema donde su nieta relata cada momento de la infancia en el cual iba a San Pedro, los aromas a campo, los mimos de su nona, cómo la malcriaba cariñosamente.
Continuando por el túnel romántico, cantaron «Real Love» (John Lennon) y uno podría representar en su mente la imagen de encendedores prendidos o velas blancas, acompañando la tonalidad del amor dulce.
Toda la gama de canciones, tiene como tema central al amor: sea de pareja, de amistad, de seducción, de cariño. Es muy lindo sentir un trance, que se va apoderando de nuestros cuerpos, involuntariamente, para trasladarnos a un paraíso donde solamente hay buenas vibras.
Una de las canciones que también nos dio otra visión del amor fue «Cuando manejás», ya que trata sobre la apreciación que hace ella como mujer mientras su media naranja toma el mando del volante. Al presentar este tema, nos advirtió que es una canción machista. Lejos de tratar al machismo como se suele hacer, fue muy sutil lo que quiso transmitir.
Tuvimos el agrado de escuchar el tema «Tu amor» (Charly García), «Tres» y prosiguió «Fix you», de Coldplay.
Cada acorde que se emite es una caricia más a nuestro corazón. Su voz, nos hace imaginar un mundo lleno de Paz, donde no existen los malos sentimientos. ¿Sería una utopía? Considero que no. Es rodearse simplemente de personas que latan en nuestra misma sintonía y nos aporten alegrías pequeñas día a día.
Muchas emociones juntas a lo largo del recital, invadieron a todo el público. Había familiares, amigos y seguidores de la banda.
Llegando casi al final del show, presenciamos «El juego» y, también, la canción del videoclip «Una hora más».
Sin lugar a dudas, un momento muy tierno fue cuando su beba le entregó un ramo de flores a su madre artista. Con un año y tres meses, puede aplaudir a Sol – y a su papá que es el Bajista, reírse, tomar conciencia de cuando las estrofas iban dedicadas a ella y festejar la vida desde tan pequeña.
Pero no podían escaparse después de tremendo éxito… así que gritamos, aplaudimos y regresaron con un country muy divertido.
¿Seguirá el legado de los Mihanovich?
La música se lleva en la sangre, en los genes, en el alma. Componer no es para cualquiera ni por cualquiera. Con ganas, solamente, no se concretan los sueños.
El de nuestra cantante, hace rato que sigue por un sendero de luminosidad. Pronto tendremos su disco y festejemos la Primavera que es la estación que pega justo con su forma de vestir, de lookearse y de despertar ante el universo.
Escrito
en septiembre 21, 2012