Allí, donde todo es posible, donde lo único que importa es la aventura.
Talo Silveyra, representa a un niño de 11 años, el típico nene pollerudo y que sueña con conquistar a la chica más linda del barrio. Él, juega con sus amigos de la cuadra, sanamente, con alegría, con ganas de ser alguien que no es: alguien con poder. Por eso es que se convierte en Misterix, aquel héroe tan deseado por todos, que no le tiene miedo a nada y que se las sabe todas.
Los vestuarios y la escenografía se logran perfectamente para esa época. Exactamente transcurre el año 1958, es verano y el carnaval está en sus vísperas.
Esta obra, pertenece a Mauricio Kartun quien la escribió y representó por primera vez en 1980. Desde ese momento, ininterrumpidamente, siempre un grupo de teatro la representó; lo cual llena de orgullo a su creador. Él mismo, al pensar en la idea, no sabía si iba a ser bien tomado por el público que los integrantes sean cuatro adultos, encarnando a niños. Dudar tal vez le sirvió para darse cuenta que fue un éxito su elección.
Y en este caso, la dirección de Virginia Lombardo en «Chau Misterix», nos lleva a escena a estos actores fenomenales, con vasta trayectoria en el mundo artístico y de las tablas. El lenguaje y los modismos que utlizan son los originales (sumados algunos de la actualidad pero bien escogidos) y, realmente, es muy agradable presenciar una historia tan bien contada, con palabras tan dulces y la típica ingenuidad de la infancia.
A lo largo de una hora, deben cambiar sus ropas y personajes en cuestión de segundos. Corren, bailan, saltan, se tiran al piso, aman, lloran, gritan, viven. Como los chicos de un barrio que tienen todo por delante y por conocer. Sin desperdeciar nada.
Así es como, a través de un paralelismo entre la «ficción» y la «realidad», conocemos los dos mundos. Por un lado, el de un grupo de niños que disfrutan de sus tardes, juntos, creciendo, intercambiando información y transitando la edad del pavo. Y por el otro: el de los personajes que cada uno quisiera ser.
Cabe aclarar, que el rumbo de la historia la guía Misterix, con sus ideas y ocurrencias. Los demás amigos, se suman a su cuento, al mejor estilo de un sueño.
Tamara Garzón, es la amiga de Talo Silveira, la buenita, la burlada por todos y la que se siente fea. Inés Palombo es la heroína, que con su personalidad arrasadora, conquista al héroe y a su amigo, Esteban Coletti. Este último, compite con su rival por el cariño de la rubia descampanante y superada. Ambos niños deberán pelear por el cariño de esta niña, invitándola a ver un eclipse. ¿Cuál de los dos lo hará primero? Ella, ¿a quién aceptará?
Pero, volviendo a la «realidad» de la obra, un evento muy importante se avecina y es el de una fiesta con baile, en la que se elegirá el
mejor disfraz. ¿Quién ganará el concurso?
Y en el planeta fantástico ¿cómo será pertenecer a un mágico relato de cómic? Misterix, ¿podrá demostrar que es el mejor?
Ficha técnica:
Música: Mariano Cossa.
Escenario y vestuario: Mery Vidal y Lucio Tirao.
Diseño de sexo, violencia y fantasía: Federico Howard.
Iluminación: Jorge Merzari.
Diseño gráfico: Martín Guerrero.
Fotografía: Mauro Franceschetti.
Asistente de dirección: Vicky Lagos.
Meritorios y voz en off: Martín Otaño y Javier Nadra.
Teatro El Tinglado.
Viernes 23.30 hs. Localidades: $60.
Comentarios en: "EL HÉROE DE LA HISTORIETA" (3)
Muy bueno tu trabajo. Éxitos!!!
Alicia y Roberto
Gracias a los dos!!
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