*** MAYO 2023 ***

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Las vengadoras, de Bernardo Cappa, con nuevo horario

Las vengadoras

LAS VENGADORAS

Texto y dirección: Bernardo Cappa

En el acto de asunción de «La Orca» como Comisaria, Benavídez, anterior comisario, utilizará el festejo para llevar el pago de una transa. Al enterarse de esto «La Orca» y su mano derecha, «La Tarta»,  deciden preparar un operativo para interceptar el bolso. Para llevar a cabo dicho operativo llaman al dúo musical «Las Vengadoras» conformado por «Suricata» y «Monja» dispuestas a todo por vengar el nombre de su amiga muerta en un episodio confuso con el mismo Benavidez.

Actúan: Leilén Araudo (la Monjita), Maia Lancioni (la Suricata), Sabrina Lara (la Tarta) y Silvia Villazur (la Orca)

Las funciones del 1 y 8 de febrero Cecilia Tognola hará el papel de la Tarta

Estreno: 24 de octubre 2018. Reestreno: 18 de enero 2019. Funciones: viernes 20.30 hs.  Duración: 70 minutos

El Camarín de las Musas

Mario Bravo 960 – C.A.B.A. Reservas: 4862-0655.

http://www.elcamarindelasmusas.com/

Entradas: $ 350, $ 280 (jubilados con acreditación) 

$ 175 menores de 30 años presentando DNI y 2×1 Club La Nación con cupo limitado

 

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Tom Pain, de Will Eno, cambia de horario

Tom Pain

SÁBADOS 20.30 HS. (NUEVO HORARIO)

TOM PAIN

(BASADO EN NADA)

De Will Eno

Con la actuación de Rogelio Gracia

Dirección de Lucio Hernández

Un hombre al parecer ordinario, pero dispuesto a compartir su historia y a convertir su dolor en provocación, es el protagonista de Tom Pain (basado en nada). Narra tres momentos de su vida que son recuerdo y trauma, que se entrelazan e interrumpen: la historia de una picadura de abeja, un niño con su perro y su experiencia con una mujer. Y con gran honestidad se atreve a decir lo que otros no pueden reconocer, pretendiendo confrontar a cada espectador consigo mismo. El humor es parte importante en la forma en la que el personaje elige hablar sobre los golpes y el dolor de su vida.

Tom Pain (basado en nada), finalista del Premio Pulitzer en la categoría de Drama en 2005, fue estrenada en el Festival de Edimburgo, donde obtuvo el premio Fringe y el Premio Herald Angel.

Su autor, Will Eno, es considerado por algunos especialistas como el Samuel Beckett de esta generación.

El actor uruguayo Rogelio Gracia, reconocido con el Premio Florencio Sánchez 2016 por Fin de partida y de larga trayectoria en teatro, cine y televisión, es quien se pone en la piel de este hombre bajo la dirección de Lucio Hernández, actor de la Comedia Nacional y responsable como director de Variaciones Meyerhold.

Funciones: sábados 20.30 hs.

Duración: 65 minutos

El Camarín de las Musas

Mario Bravo 960 – C.A.B.A. Reservas: 4862-0655.

http://www.elcamarindelasmusas.com/

Entradas: $ 350 y $ 280 (jubilados con acreditación)

Menores de 30 años presentando DNI 50% de descuento

 2×1 Club La Nación con cupo

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Todo lo posible, de Lorena Romanín

todo lo posibleA veces vemos las cosas como son y otras nos mareamos, dejamos de ver, de vernos.

A veces los demás tienen una forma de mirar similar a la nuestra y otras pareciera que están viendo desde un lugar completamente diferente.

A veces tomamos decisiones que sabemos que nos sacan del camino y no nos importa.

A veces respetamos lo que los demás quieren y otras no. Y tampoco nos importa.

Pero siempre hacemos todo lo posible por hacer que el sentido aparezca. Por entender.

Y al final, nos damos cuenta de que absolutamente todo importaba…

Ficha artístico-técnica

Dramaturgia: Lorena Romanín

Actúan: Guido Botto Fiora, Salomé Boustani, Marco Gianoli, Claudio Mattos

Vestuario: Lorena Romanín

Diseño de escenografía: Isabel Gual, Facundo Guerreschi

Diseño de luces: Diego Becker

Realización de escenografia: Facundo Guerreschi

Diseño gráfico: Mariana Rovito

Asistencia de dirección: Jimena Morrone

Prensa: Carolina Alfonso

Dirección: Lorena Romanín

Duración: 50 minutos

Clasificaciones: Teatro, Adultos

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS

Mario Bravo 960 (mapa)

C.A.B.A. – Argentina

Teléfonos: 4862-0655

Web: http://www.elcamarindelasmusas.com.ar

Entrada: $ 350,00 / $ 280,00 – Domingo – 20:00 hs

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Quinta temporada de «Como si pasara un tren»

comosipasarauntrenQUINTA TEMPORADA 

JUEVES 21 HS. 

COMO SI PASARA UN TREN

Escrita y dirigida por Lorena Romanín

Una comedia dramática sobre la vulnerable relación de una madre y su hijo en una ciudad de campo. La llegada de una prima de la capital va a cambiar todo para siempre.

Elenco: Silvia Villazur, Guido Botto Fiora y Luciana Grasso

Duración: 70 minutos.

El Camarín de las Musas

Mario Bravo 960. Reservas: 4862-0655.

http://www.elcamarindelasmusas.com/

Entradas: $ 350, $ 280 (jubilados con acreditación) y $ 175 (menores de 30 años presentando DNI) y 2×1 Club La Nación

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Estrella, de Juan Pablo Geretto

estrellaUna revendedora de cosméticos cuyo único sueño es mirar televisión.

Estrella, una emprendedora sin visión.

Ficha artístico-técnica

Autoría: Juan Pablo Geretto

Intérpretes: Juan Pablo Geretto

Iluminación: David Seldes

Estilismo: Diego Finos

Pelucas: María Eugenia Palafox

Diseño de maquillaje: Juan Gasparini

Diseño de vestuario: Magda Banach

Realización de maquillaje: Juan Gasparini

Realización de vestuario: César Taibo

Fotografía: Alejandra López

Asistencia de dirección: Maru Reinoso

Prensa: Carolina Alfonso

Dramaturgista: Virginia Martínez

Dirección: Juan Pablo Geretto, Virginia Martínez

Duración: 60 minutos

Clasificaciones: Teatro, Adultos

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS

Mario Bravo 960 (mapa) – C.A.B.A. – Argentina

Teléfonos: 4862-0655

Web: http://www.elcamarindelasmusas.com.ar

Entrada: $ 400,00 / $ 300,00 – Viernes y Sábado – 20:00 hs

Entrada: $ 400,00 / $ 300,00 – Sábado – 22:00 hs

Entrada: $ 400,00 / $ 300,00 – Viernes – 22:00 hs – Hasta el 18/01/2019 y Desde el 01/02/2019

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Te vendo mis ilusiones

 

Ph: Alejandra López

«Estrella» (con autoría e interpretación de Juan Pablo Geretto) nos presenta un universo realmente escalofriante y entretenido a la vez, dentro del cual todas y todos podrán sentirse identificadas/os con al menos algo. Sí, porque el actor que encarna a una mujer emprendedora y fiel conocedora de la marca Avón, tiene mucho para contarnos.

No crean que se trata de cómo vender por catálogo solamente o cómo conseguir escalar posiciones dentro de las ventas por catálogo. Estrella es la oportunidad de mirar a través de la rendija varias cosas: cómo componer un personaje de pies a cabeza, cómo interpretar una dramaturgia con varios ejes que se complementan, atraen, rechazan y fusionan; cómo aprender a soñar junto a la protagonista, cómo sentir nostalgia y desazón a su lado, cómo subirse al micro para ser alguien y cuándo asumir quien se es a pesar de no tenerlo muy claro.

Me resulta ambiguo escribir sobre este unipersonal porque es un personaje que se desdobla constantemente, que busca los polos opuestos, que pretende confundir al espectador y marearlo hasta que se le antoje. Porque ese es el sentido de la historia: transmitir las sensaciones que ella tiene en el cuerpo, el adoquín atravesado en el estómago, el ramo de flores abandonado en el suelo, el color rosa que pinta a una mujer que ya no es, unas naranjas por doquier que le otorgan frescura al relato, aire de esperanza y una melancolía hacia tiempos pasados que ya no vendrán. Porque el pasado no es mejor en este caso, porque la angustia que padece quizás solo se repararía llorando mares sin cesar.

Estuve nerviosa, inquieta, riendo y lagrimeando. Y sí, es una comedia dramática que cumple al pie de la letra con ambos géneros.

Misión cumplida Geretto. Sos un grande porque en una hora aproximadamente me llevaste de paseo por donde quisiste. Me abollaste el alma hasta devolverme la risa. Y lo más placentero fue sentir que el público acompañó las emociones con sus sonidos.

¿Cuál es tu meta en la vida?

Ser vendedora de cosméticos, no está nada mal. Si es tu objetivo.

Estrella necesita sentirse así. Precisa desplegar sus alas para volar hacia un lugar que no es, ciertamente, el que nos narra. Ella pretende convencernos de cada uno de sus pasos, para convencerse. ¿Lo logra?

¿Cuántas Estrellas estrelladas existirán? ¿Cuántas mujeres que emprenden algo sin saber por qué ni para qué?

Si necesitás respuestas, pensar, analizar-te, este unipersonal es para vos. Porque nada tiene que ver con las tradicionales propuestas estivales de entretenimiento a carcajadas sin sentido. Esta obra de teatro es magnífica, ya que apunta a la yugular. Sin anestesia. Con rositas incluso en los labios. Con un besito en la frente para aquellas melodramáticas.

Estrella me gustó de principio a fin. Me ingresó por las venas y sentí el recorrido de la adrenalina -la cual capturó, incluso, hasta al más distraído-.

No hay momento para ignorar el presente porque, de lo contrario, no habrá futuro.

A la vez que los speechs dirán frases muy típicas del marketing «multinivel», no sabremos si la risa merece ser activada o transformada en llanto. Ya no hay tiempo de hacer marcha tras.  ¡El momento es ya!

Las tradiciones deberán ser guardadas en baúles para que, en un futuro, junten polvo y telarañas. Mientras tanto, el origen de la tristeza seguirá compartiéndose, buscando nuestra empatía, permitiendo sanar en grupo y salir más aliviados de la función.

Juan Pablo Geretto, entonces, actuar de psicoanalista, se convertirá en uno encubierto o al menos en el ideal para todos los que no somos afines a las sesiones de diván. Porque la empatía es un recurso infinito y básico para que un vínculo pueda crearse y mantenerse en el tiempo. Esto ocurre aquí, en las palabras de la vendedora, en la de la hija, en la de la esposa.

Quisiera volver asiduamente para llevarme distintas sensaciones, porque considero que Estrella siempre nos otorgará un significado diferente de acuerdo al momento que estemos transitando en nuestras vidas.

Recomiendo fervientemente esta propuesta artística que tiene todo lo que tiene que tener un espectáculo cultural, unido a una dirección impecable a cargo del propio actor y de Virginia Martínez (quién, además, se une a la escritura de esta pieza teatral).

Funciones: viernes y sábados 20 y 22 hs.
Duración: 60 minutos.
Teatro: El Camarín de las Musas.

Mariela Verónica Gagliardi

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Supermercado, de Pablo Dive

supermercadoCinco artistas conviven en un apartamento con más incertidumbres que certezas y sin dinero para el alquiler. Cuando menos lo esperaban aparece un extraño personaje con una propuesta tan estrambótica como seductora. La decisión de aceptar o no cambiara sus vidas para siempre.
Supermercado. Porque la vida de un artista no es nada fácil.

Este espectáculo tuvo 5 nominaciones a los premios Florencio 2017 – Montevideo Uruguay. Actualmente con funciones en Santa Cruz de la Sierra Bolivia.

Ficha artístico-técnica

Autoría: Pablo Dive

Actúan: Chacho De Gregorio, Matías Garnica, Laura Gordano Boyrié, Juan Hernández, Bárbara Massad, Sofia Ott

Asistencia de dirección: Yuliana Benitez

Producción: Juan Luis Granato

Dirección: Pablo Dive

Duración: 80 minutos

Clasificaciones: Teatro, Adultos

EL CAMARÍN DE LAS MUSAS

Mario Bravo 960 (mapa) – C.A.B.A. – Argentina

Reservas: 1168169109

Web: http://www.elcamarindelasmusas.com.ar

Entrada: $ 350,00 / $ 280,00 / $ 175,00 – Viernes – 22:30 hs – Hasta el 22/02/2019

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Deseos de vida

Escribir desde afuera es una experiencia muy grata pero, hacerlo desde adentro, es realmente conmovedora.

La noche de hoy fui parte pero no por serlo del elenco sino porque considero que resulta imposible escribir de aquello que no se conoce. La identificación, entonces, es la única salida, el único arma posible de escritura.

«Como si pasara un tren» (escrita y dirigida por Lorena Romanín) es literalmente una fuerza que arrasa con todo. Es un cúmulo de experiencias concretas y compartidas. Es el sonido al ingresar al andén y permitirse percibir.

Entonces, podría recostarme en cualquier lado e imaginar mis sueños, sabiendo a ciencia cierta que, quizás, jamás los cumpla. ¿Cómo saberlo?

Esta comedia dramática nos traslada a una familia disfuncional que viene con problemas de antaño. El tradicional «lo hice por tu bien» realmente queda marcado, subrayado diría. Porque una madre sobreprotectora (Silvia Villazur) y con mucho miedo a quedarse sola, hará de todo para cuidar a su único hijo (Guido Botto) de lo que ella considera peligroso. Claro que no siempre será cuestión de que éste encienda sus alertas por incertidumbres ajenas. Paso a paso todo cobrará un rumbo inesperado con la llegada de una prima (Luciana Grasso) que irá marcando el compás de lo más sano y disfrutable.

Porque si de vivir se trata es mejor correr riesgos que permanecer quieto. Porque un juguete podrá ser simbólico pero no la realidad misma. Y porque las paredes, de a poquito, asfixiaran, incluso, a quien menos se sospechaba.

Salir solo, caminar, sortear obstáculos… eso es la vida. Peligros que existen y que por diversas circunstancias no son tomados en cuenta. Quizás, el mayor miedo, sea enfrentar lo real para construir hacia adelante y no sobre el lugar.

Una escenografía de los años 80′, una época que es recordada por íconos que marcaron la historia televisiva y que nos esbozarán una sonrisa sin igual; una música más memorable que irá quitando prejuicios y unos pelos al viento que determinarán hacia dónde conviene dirigirse.

Adoré cada detalle de la puesta, el ritmo lento en un comienzo y, luego, mas dinámico. Un compás que se detiene, mira y prosigue sin apuro. Vislumbré cada movimiento corporal de Guido Botto y cada uno de sus desplazamientos y caídas al suelo. Por eso es que resulta imposible no emocionarse de principio a fin, de no conmoverse con el dolor representado, con la angustia contenida y con las risas acotadas.

Como si pasara un tren es de aquellas obras de teatro que estarán por temporadas en cartelera. Lo afirmo, no porque haya comenzado su segundo año, sino porque se vibró en la sala de El camarín de las musas y porque los aplausos no finalizaban. Porque si hablamos de energías, se conjugó una simbiosis entre los actores y el público.

Andá si querés , le dice ella a su hijo, mientras su corazón opina lo contrario. O, prefiero que piense que soy yo la que no quiere que lo vea, esboza a su sobrina mientras oculta la verdadera razón a su hijo.

Así, cada diálogo no es de relleno sino importante y parte de un todo integral en el que conviene prestar atención para materializar los mensajes y sus metáforas.

Como si tal o cual cosa fuera una de las recetas en cuanto a suposición se refiera.

Subir a un tren, viajar, trasladarse de un sitio a otro puede ser algo rutinario para muchos. Un medio de transporte. Pero, para otros, podría configurar un universo desconocido y atrayente.

A veces hay que elegir quedar-se o trasladar-se. Bailar o acostarse mirando la vida pasar detrás de una ventana, imaginando que los sueños son para otros y no dándose cuenta que los sueños son de los que se atreven a hacer, a sacar un boleto sin destino y andar sudando sin desprecio.

Un trabajo actoral formidable, rítmico y muy bien logrado, bajo una dirección muy precisa y objetiva. Esto es lo que se consigue cuando se eligen las palabras con un motivo y fin específicos, sin perder de vista el sentimiento, el amor y la inspiración que cada frase significará en el universo imaginario de cada uno de sus protagonistas.

Dios aprieta pero no asfixia suele decirse y esta obra es su claro ejemplo. Una vez que el conflicto sea resuelto las vidas cobrarán o no sentido y proseguirán sus rumbos más concretos.

Funciones: Viernes 22 hs, Sábados 20 hs y 22 hs.

Teatro: El camarín de las musas.

Mariela Verónica Gagliardi

 

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Te aplasto como insecto

El invernadero9

El escritor Harold Printer escribió hacia fines de los años cincuenta, El Invernadero, época en que se desató la Revolución Húngara (1956), un movimiento revolucionario que tuvo lugar contra el gobierno del país y de las políticas impuestas desde la URSS. Lo que estaba en juego era la retirada de las fuerzas soviéticas del territorio de Hungría y el gran poder que ejercía el Politburó contra la revolución.

Recién treinta años después se crea la Tercera República Húngara y cada 23 de octubre se conmemora por lo ocurrido en 1956.

Dentro de este contexto es que Pinter idea su dramaturgia The Hothouse (El Invernadero), una comedia policial con tintes de farsa y absurdo.

Resulta imposible no dejarse seducir por la propuesta dirigida por Agustín Alezzo e integrada por un elenco de actores maravillosos que mantienen, fielmente, la estética inglesa de aquél entonces.

El director de un centro de salud mental, protagonizado por Edgardo Moreira, es quien irá hilvanando su parecer intrincado e implantando la duda sobre cada certeza supuesta de los demás empleados del lugar. Es así como la historia se convertirá en un juego detectivesco en que los espectadores serán los encargados de encontrar el motivo de existencia de esta institución, por qué los internos llevan número en vez de nombre, a qué se debe tanta intriga y por qué los discursos se vuelven más importantes que las acciones.

Sin lugar a dudas que existen dos conflictos a partir de los cuales girarán las dudas: la muerte del paciente 6457 y el nacimiento de un bebé. Estos hechos estarán en boca de los que habitan este sitio tan frío y cobarde a la vez. Y, por qué utilizo esta última palabra. Justamente porque si no existiera dicha institución física, le sería imposible al hombre (y con hombre abarco a aquel que le toque tomar el poder en el momento indicado) imponerse ante los demás.

Si bien el organismo parece ser de salud mental por las charlas que se definen durante la obra, lo cierto es que no se dice de modo explícito (creo que no hace falta hacerlo tampoco ya que diversos mecanismos de tortura dan cuenta de ello).

El Invernadero podría bien ser el escenario revolucionario sito en Hungría y los directivos, aquellos rusos que reprimían física y psicológicamente a quienes luchaban por sus derechos y un país libre de toda invasión externa. Los sin nombre, serían los desprovistos de derechos que pretendían aunque sea permanecer vivos y salvos. Pero, cómo salir ilesos de un mecanismo represivo tan eficaz que dominaba con la acción más que con la palabra, aunque en la mano de Pinter, es la palabra, la encargada de desvalidar la acción -haciendo énfasis en lo absurdo que resulta aniquilar al otro sin tener argumentos racionales para hacerlo-.

Y cuando no se encuentra la manera de luchar de igual a igual, se mata o reprime de la peor manera, dejando a la víctima desprovista de defensa. Este abuso de autoridad se ve plasmado, íntegramente, a lo largo de toda la historia y resulta agobiante cómo la lingüística puede anular el pensamiento ajeno, así como también -si se lo desea- el acudir a la tortura física.

En cuanto la luz blanca se esfuma, la roja alumbra a un pobre interno a quien se lo intenta vaciar hasta matándole su propia alma. Convertido en un mero robot que dice y responde como los “otros” quieren, es que su corazón se duerme para siempre. Así transcurre esta puesta en escena al igual que la vida de cualquier mortal.

Si el poder pudiera distribuirse -como la riqueza que jamás se reparte-, en partes iguales, esta obra no tendría su motivo de existencia ni tendría la obligación de educar a través del diálogo y del humor.

Porque todo lo que duele no fortalece, a veces extermina como si los humanos fuesen insectos devenidos en plaga. Y como la plaga se denomina con tal nombre, deja de interesar.

El Invernadero jamás pasará desapercibido porque se ubica en un lugar intrincado, en que se puede debatir y a partir del cual ganará no el mejor sino el que se atreva a tener más sangre en sus manos, dejando de lado la culpa. Qué replanteo podría tener una persona que solo siente con la cabeza y con el interés insoslayable de poseer lo que otro tiene, sin importar las consecuencias.

El Invernadero no es una moda y por ello podría seguir en cartelera de por vida. Porque no tiene imperfecciones, porque todos los artistas tienen su momento de protagonismo y porque quien podría ser el culpable es solo para distraer la atención de aquellos dormidos por el sistema.

La corrupción, la seducción y el poder coercitivo; desfilan incesantemente hasta que ocurre la desgracia.

Elenco: Edgardo Moreira, Nicolás Dominici, Georgina Rey, Sebastián Baracco, Federico Tombetti, Bernardo Forteza y Jorge Noya. Escenografía y vestuario: Marta Albertinazzi. Sonido y música original: Mirko Mescia. Asistencia de dirección: Martin Ventimiglia. Dirección: Agustin Alezzo. El Camarín de las musas. Funciones: viernes 21 hs, sábado 19 hs.

Mariela Verónica Gagliardi

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La soledad es una convención social

Un día es un montón de cosas

Hay quien vive dejando para mañana lo que puede hacer en el momento y hay quien vive su vida en un solo momento.

Está aquél que da consejos y no toma ninguno para sí; y el otro que es recomendado y jamás piensa.

De la comodidad rutinaria un hombre ortodoxo judío, Elías (Alejandro Pérez), transita las horas como si la vida le quedara realmente holgada. Él acaba de ser abandonado por su mujer y, deberá cuidar de su hijo adolescente, Natán (Enzo Pedroni).

Así comienza la historia titulada “Un día es un montón de cosas” (escrita y dirigida por Jimena Aguilar), la cual pertenece al género de comedia dramática, y ocurrirán varias situaciones tanto intringantes, como humorísticas, que pretenderán romper con la estructura conservadora de los personajes.

Con una escenografía que cuida hasta el mínimo detalle, se puede visualizar una casa sin tener que recurrir a la imaginación. Dicha imaginación queda para cuestiones que así la ameritan.

Los cinco personajes, como en una película de Woody Allen, irán convergiendo de tal modo que se entrelazarán a medida que transcurra la dramaturgia. Y este es uno de los aspectos más interesantes de la obra: que no se conozcan de casualidad, sino que sus vidas estén relacionadas de antemano.

Entonces, un psicólogo, Adrián (Christian G. García), será sacado de sus casillas cuando pierda los hilos de su propio rumbo -el cual suponía certero-; a la vez que su esposa Ana (Marinha Villalobos) querrá innovar su matrimonio saliendo a la libertad y ayudando a otras personas que nota más débiles. Pero, como si fuera poco, su hija adolescente, Lea (Mora Arenillas), será la típica rebelde que no es tenida en cuenta y que molesta por sus pensamientos, actitudes y todo en lo que incurra. Ella, no estará tan sola cuando descubra a Natán, su alma gemela (notoriamente opuesta), con quien congenierá desde un primer momento.

Si bien el romanticismo surge de varios modos, los puntos más tensionantes y relevantes de la obra se refieren a: la pérdida y la soledad.

La pérdida como algo inevitable, en ciertos casos. Como ese vacío, por lo general, inexplicable, inentendible. Y es así como Elías pretenderá decodificar la última carta que le dejó su mujer y este proceso se convertirá en una especie de investigación. Es que todos los mortales solemos buscar respuestas para todo, como para quedar conformes o al menos en paz. Pero, como bien razona Lea, hay cosas que son porque sí. Y, si se presta atención a la actitud de quien menos es tenida como referente, puede entenderse lo inentendible.

Con respecto a la soledad, se la muestra como popularmente se la conoce y, además, como la falta de convicciones por forjar una propia vida sin necesidad de depender de otros. La falta de apoyo que uno suele buscar en los demás para emprender algo, es notoria en esta historia y en algunos de sus personajes como Elías.

La unión de dos familias totalmente diferentes pero con deseos similares como el de ser felices. Ese aroma a un guiso casero que llena el alma con sus condimentos, ese plato calentito que desean quienes se sienten desamparados y que un delivery no logra conformar.

Sucede algo sorprendente con esta puesta en escena y es la cercanía que consigue desde un primer momento. Con tal solo escuchar los primeros diálogos, estamos inmersos en esa casa, en ese living con el televisor encendido, con Natán frente a él observando, intentando distraerse del conflicto reinante. Pareciera no existir división entre el escenario y las butacas, sino una unión que nos incluye a todos. Como si la directora pretendiera hacernos formar parte -como público activo- de las vicisitudes de estos personajes tan bien interpretados por los actores. La naturalidad que tienen les permite mantener modismos, cadencias, estereotipos y expresiones sin necesidad de exagerar para provocar la risa del espectador -la cual surge durante muchísimos momentos de la obra- o las lágrimas nostálgicas cuando el clima es propicio para ellas.

“Un día es un montón de cosas”, indaga en el corazón de los que se sienten perdedores por no encabezar sus propias metas, sus propios deseos y sus propias búsquedas.

ficha Un día es un montón de cosas

Mariela Verónica Gagliardi

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