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Nada tiene que ver Fito Paéz con esta historia, en que tres comediantes revelan sus preocupaciones sobre: el sexo, el amor y las relaciones humanas.
“Brillante sobre el mic” (protagonizada por Pau Farías y Pali Donato), se suben al escenario para decir sus verdades y, para ello invitan en esta ocasión a Juan Barraza.
Habrá amantes del genero stand up que ovacionarán este tipo de espectáculos y quienes desearán exterminarlo. Debo asumir que no es de mi preferencia pero cuando aparece una propuesta así, intento no prejuzgar al respecto.
Paula Farías tiene una gracia tan especial que demuestra, durante su actuación, la ductilidad de su palabra, dándonos una clase de improvisación en poco tiempo. Ella hila frases suyas, inventadas en el momento, con otras dichas por espectadores. Viene y va, baila y sonríe, sobresaliendo de una manera trascendente.
La sala The Cavern (Paseo La Plaza) es un lugar en que podemos relajarnos y entregarnos a pasarla bien sin esperar ver una obra de teatro ya que no es la temática.
Lo que diferencia a este show de otros es la utilización de recursos más clownescos que permiten les permiten reírse de sí mismas y no ridiculizar a los demás. Si bien emiten ciertas “malas palabras”, no agreden a nadie y eso es más que rescatable.
Tres artistas haciendo tres sketchs diferentes que conforman universos distintos. Dejando esto en claro podríamos cuestionar el título del espectáculo, el cual esboza valentía demostrando que el pudor no existe en sus vidas.
Paula logra hablar sobre la maternidad, sobre sus no ganas de traer un bebé al mundo y su deseo por ser madre de un nene a partir de los tres años. Hilando fino y teniendo en cuenta que se trata de un stand up, es ideal tener en cuenta la posibilidad de adoptar sin traer a colación pretextos o justificaciones que dejen de lado el deseo.
A la vez que Pali se erige como la ex gorda que desea arrasar con todo hombre que pretenda, demuestra cómo es posible reírse de sí misma sin sufrir. Existen muchos temas sobre discriminación que surgen a lo largo de la noche y, además de pintarnos una sonrisa en la cara podemos llevarnos un aprendizaje.
Nadie está exento de nada y ambas se respetan de una manera impresionante, se presentan, se dan los pies necesarios para lucirse y, como gusto personal, traen a un hombre que no habla de machismo sino del cariño que siente hacia su perro.
La humanidad está presente, el humor también y es grata una noche con estas características.
Contar el contenido de sus monólogos no tendría sentido ya que los chistes no surtirían efecto.
Lo que sí les puedo confirmar es que Brillante sobre el mic es una caricia, un modo de ver la vida y a la humanidad. Una manera de respetarse y respetar.
(…) Yo vi tu corazón, brillante sobre el mic en una mano, y ausente de las cosas pensaste en dejarlo y tirarlo junto a mí (…) es uno de los versos que todos recordamos de la canción del rosarino y quienes hayan visto o piensen en acudir a este espectáculo tienen que aceptar que estarán frente a todo lo opuesto a cursilerías y nostalgias. Una parodia sobre el amor y una manera de hacerle frente a esas circunstancias o soledades no siempre elegidas.
Mariela Verónica Gagliardi
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Escrito
en agosto 20, 2019