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Cuando una persona abusa de los derechos de otra, no puede ser considerada humana, sino torturadora, débil y cobarde. Por lo general, la propia víctima la defiende asumiendo todo tipo de culpa necesaria como para que su vida no se derrumbe por completo -sin poder ver cómo la misma ya no existe hace tiempo-.
Bajo terapia (escrita por Matías Del Federico y dirigida por Daniel Veronese) es una comedia que entrelaza al humor con el drama de una manera eficaz, gracias al elenco de actores con que cuenta.
Al ingresar en la sala en que hacen psiconanálisis, tres parejas se encuentran entre sí, no pudiendo comprender el motivo por el cual ni siquiera está presente la terapeuta. A un costado hallan diez sobres con consignas a desarrollar.
Preguntas sin respuestas se plantean desde un comienzo y cada uno deberá aportar su granito de arena para que esta sesión grupal, un tanto atípica, surta efecto.
¿Cómo ayudar al otro o a otra pareja cuando los propios conflictos no se asumen ni se resuelven?
Una serie televisiva muy conocida podrá relacionarse con la parte argumental, con el modo en que se lleva adelante la historia y con la propuesta en sí.
Entre risas y llantos, la vida de uno de los integrantes será salvada y el culpable de su desdicha pagará las consecuencias.
Más allá del desenlace, es interesante la interpretación de cada personaje, la conjunción de los mismos, la posibilidad de presenciar una terapia en vivo -al mejor estilo de cámara gesell-, notando cómo tres parejas que no se conocían anteriormente, intentan darle pautas, una mirada objetiva y la opinión sobre sus vidas.
Abrirse y narrar la intimidad no es sencillo, sobre todo cuando la oscuridad es tan grande como para taparla con una mano o un silencio supuestamente oportuno.
Como piezas de dominó, van cayendo una tras otra, hasta hacernos ver varias lecturas posibles para analizar: desde la más simple -basada en un juego- hasta la más compleja en que las miserias más grandes pueden ser exteriorizadas. ¿Es posible romper el secreto profesional? ¿Cuál sería el límite, esa delgada línea, entre el deber ético y el moral?
¿Ficción o realidad?
De esto se trata Bajo terapia, de un atrapante juego de dialéctica en que el primero en pisar el palito será puesto en evidencia.
Se puede juzgar cada teoría, señalar lo inadecuado o disfrutar, simplemente, de una comedia entretenida como espectador pasivo.
Bajo terapia demuestra que la vida es un juego en el cual cada pieza desempeña un rol fundamental, comprobando cómo la palabra hasta de un desconocido cobra valor y logra desentramar los peores momentos de la vida cotidiana.
Mientras el whisky circula por la sala, las botellas se vacían y solo es posible sacarse la máscara. De esa manera quien no tenía valor, lo cobra y puede enfrentar a ese monstruo tan voraz y temido. El suicidio es dejado de lado para valorarse y dejar de valorar a quien no lo merece.
Todo tipo de trastornos obsesivos, conductas psicóticas y paranoides se ponen sobre la mesa; con lo cual todo parece real. Y, justamente, simula ser real por la gran identificación que se produce con los espectadores. Sería algo así como preguntarle a cada uno determinadas cosas para saber que la mayoría padece algún trauma, trastorno o conducta poco sana.
Un grupo de actores sensacionales, dentro de un espacio escénico moderno, sencillo y con lo necesario para que la dramaturgia se desarrolle espontáneamente.
Al tratarse de seis artistas famosos es posible acostumbrarse a los roles que suelen interpretar, pero no está mal sino que el Teatro Metropolitan lleno completamente, justifican cómo el trasladar la televisión a las tablas suele ser exitoso, sobre todo en temporada de verano en que la gente busca distraerse con propuestas divertidas.
Bajo terapia y bajo juramento, todo saldrá a la luz, hasta que la misma sea apagada.

Mariela Verónica Gagliardi
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Escrito
en enero 3, 2023