*** ABRIL 2024 ***

Un jardín en el desierto5

¿Qué posibilidades hay de encontrar Un jardín en el desierto?

¿Cuántas veces quisimos algo y al cerrar los ojos pudimos visualizarlo?

¿Será cierto que cuanto más persistimos en algo, más chances tenemos de obtenerlo?

Nina (Lucia Loydi) y Gloria (Victoria Baldomir), son dos amigas que tienen muchas ganas de divertirse y pasarla bien. Pero la aventura que tienen planeada no es una cualquiera, sino la aventura. Nina, intenta dirigir la batuta, convenciendo a Gloria de conocer un sitio diferente. Está tan convencida de ello que su compañera la sigue.

Un jardín en el desierto1Al llegar al lugar, comienzan a investigarlo, a sentir los sonidos, las vibraciones y, desgraciadamente, asumen que no pasa nada. Nada de nada. No hay vegetación, no hay animales…

La espera las desespera, aunque Gloria le dice a su amiga: – ¿qué hacemos cuando esperamos?. Dormimos.

Pero, el poder de la mente se pone en marcha para las dos compinches y cuando creían que todo estaba perdido, sucede algo maravilloso. Sus sonrisas empiezan a florecer al igual que su entorno y la súplica de lluvia empieza a ser aclamada.

Es que las chicas llevaron consigo unos bellos paraguas que desean, obviamente,
utilizar. Mientras rezan por la caída de agua en medio del clima desértico, nos Un jardín en el desiertoencantan con un baile en el que despliegan su simpatía y calidez como artistas. No se conformaran con este entretenimiento y es, recién, cuando sus cerebros se conectan impresionantemente para vibrar en la misma sintonía. Esta sintonía las traslada a distintos escenarios en los que consiguen todo lo que se proponen.

Pueden sentir la lluvia en sus cuerpos, la suavidad de las nubes, la presión de la altura y todo lo que creían cuasi imposible.

Claro que estas cosas muchas veces ocurren en los sueños… pero es más o menos lo mismo para el caso.

Esta obra de teatro dirigida por las dos protagonistas, es el claro ejemplo de que para concretar un sueño es indispensable desearlo con todas nuestras fuerzas y, que cuando estamos convencidos de esto, debemos perseverar. Los frutos a veces son inmediatos y otras tantas, tardan en aparecer. La magia no existe pero el amor por lo que hacemos sí.

Un jardín en el desierto3

Esta puesta en escena con proyecciones de video, acompañan ágilmente el relato de las actrices. Si bien no hay en casi ningún momento la presencia de música o sonidos, los diálogos fluyen entretenidamente, para grandes y chicos. Las risas surgen espontáneamente y son el fiel reflejo de que esta propuesta tiene aceptación del público.

Un jardín en el desierto, es una metáfora sobre nuestros deseos aún no concretados. Un por qué debemos activar para conseguir. Quien crea que no es posible conseguir florecer en un pozo desértico, puede ir a ver la obra. Seguramente, se llevarán una sonrisa y las ganas de hacer realidad aquello con lo que siempre soñaron.

ficha técnica un jardín en el desierto

Mariela Verónica Gagliardi

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